Unión Europea.

La pandemia de COVID-19 ha puesto de manifiesto que las crisis sanitarias no tienen fronteras. Por ello, la información sobre los antecedentes médicos de un paciente debe estar a disposición de todos los ciudadanos y profesionales sanitarios, se encuentren donde se encuentren, en Europa.

La creciente necesidad de asistencia sanitaria transfronteriza en los últimos años ha sido, por tanto, el detonante de la adopción de herramientas sanitarias digitales. La prescripción y dispensación electrónicas permiten a los ciudadanos de la Unión Europea obtener sus medicamentos en una farmacia de otro Estado miembro. Resumen de Paciente proporciona información médica para garantizar la asistencia sanitaria a los pacientes procedentes de otro país de la UE.

Leila es portuguesa y vive en Luxemburgo, uno de los Estados miembros que ya cuenta con el servicio Resumen de Paciente. Cuando necesita una consulta médica, los doctores pueden acceder a su historial médico a través de la interfaz de Resumen de Paciente, que permite a los operadores sanitarios superar las barreras lingüísticas y las de normas médicas (algunas normas médicas pueden ser diferentes entre países). Luxemburgo cuenta con este servicio desde hace dos años.

Una vez que el paciente acepta compartir sus datos sanitarios, los médicos pueden acceder a información médica útil. «Los datos accesibles en el marco de este intercambio transfronterizo son: médico de cabecera del paciente, enfermedades que padece el paciente y las intervenciones quirúrgicas a las que este se ha sometido en el pasado, los dispositivos médicos, las alergias, en particular alergias a medicamentos, los tratamientos y las vacunas», dijo Laurent Vandenhove, doctor del Centro Médico Capellen de Luxemburgo.

La agencia luxemburguesa eSanté es un caso de estudio sobre el intercambio de datos sanitarios de los pacientes entre los profesionales sanitarios. A nivel europeo, todo el potencial de la salud digital se alcanzará en los próximos años con la puesta en marcha del Espacio Europeo de Datos Sanitarios (EEDS).

«Para la implantación del Resumen de Paciente, tenemos que controlar algunos desafíos. Así, hay que implementar la interoperabilidad técnica, lo que significa dejar que los sistemas se comuniquen, implementar la interoperabilidad semántica (mismo código de lenguaje)», afirmó Heiko Zimmermann, jefe del Departamento de Interoperabilidad Informática de eSanté en Luxemburgo.

La interoperabilidad entre sistemas sanitarios transfronterizos también tiene efectos positivos en los costes de la asistencia sanitaria, ya que reduce la duplicación de pruebas clínicas. Otro beneficio importante es la calidad del diagnóstico. La protección de la información sanitaria de los pacientes es clave para el intercambio de datos, por lo que la infraestructura debe cumplir criterios de alta seguridad.

Los servicios Resumen de Paciente y las recetas electrónicas están disponibles en diez países comunitarios, a través de MyHealth@EU, una infraestructura digital transfronteriza para el intercambio de datos sanitarios. En los próximos años se implantará progresivamente en toda la Unión Europea y apoyar así a una asistencia sanitaria de calidad para los ciudadanos, sin fronteras.