La deshidratación ocurre cuando el cuerpo no tiene el agua suficiente, generalmente sucede cuando no tomamos suficiente agua, pero también puede producirse por vómitos, transpiración o un consumo excesivo de alcohol. La actividad física prolongada, el estrés, la vejez, una mala alimentación o enfermedades como el cólera o la gastroenteritis, también pueden provocar deshidratación.
Un organismo en buen estado, está compuesto por un promedio de dos tercios de agua, necesaria para lubricar las articulaciones, hacer funcionar correctamente los órganos y transportar oxígeno a nuestras células. Cuando los niveles de agua disminuyen, el equilibrio de sales minerales y azúcar, se alteran.
La deshidratación puede ser débil, moderada o severa, eso depende de la cantidad de líquidos perdidos. Los primeros síntomas son sed, piel seca, cansancio, vértigo y dolor de cabeza. La forma más severa puede provocar una respiración más rápida, un aumento de ritmo cardíaco, un mal funcionamiento de los riñones y hasta un desvanecimiento.
La mejor forma de curar una deshidratación, es tomar mucho líquido azucarado para paliar las carencias de azúcar. Comer algo salado también está recomendado para reemplazar la sal que falta. Beber agua regularmente durante el día, especialmente cuando hace calor, cuando hacemos deporte o cuando estamos enfermos, es la mejor forma de evitar deshidratarse.
En promedio, los médicos recomiendan a las mujeres beber 2 litros de agua al día, a los hombres 2.5 litros y a los niños entre 6 y 8 vasos.
- América Latina desacelera su crecimiento poblacional con 663 millones de habitantes - noviembre 28, 2024
- China puede alcanzar en 2025 su nivel máximo de uso de carbón, según informe - noviembre 27, 2024
- Suecia lanza una aplicación para repartir equitativamente las tareas del hogar - noviembre 27, 2024