Europa.

Un proyecto europeo llamado Food Screening EMR apoya a industrias y productores en esta fase de transición, como ocurre aquí, en los Países Bajos.

La herramienta estrella del proyecto es un biosensor, actualmente en desarrollo, que permite determinar en tiempo real e in situ, la cantidad de vitaminas que contienen estos pepinos u otras verduras, o frutas.

Con esta información, los agricultores podrán ajustar variables como la humedad, y mejorar la calidad nutricional de sus cultivos.

Es lo que explican en una empresa asociada al proyecto, encargada de traducir los datos no procesados, en datos sencillos, para los agricultores.

“Normalmente, si quiere saber cuántas vitaminas hay en la verdura o en la fruta, hay que esperar, al menos, varios días para tener esta medición, porque va al laboratorio, y luego hay que esperar a que nos la envíen de vuelta. Ahora, se mide con un sensor. Le da la información correcta en, digamos, un minuto”, declaró John van Helden, director y propietario de Yookr.

Por ahora, este es aspecto del biosensor capaz de detectar las vitaminas en los alimentos, a través de un código de colores. En la Universidad de Maastricht, están desarrollando la parte química del biosensor, el elemento receptor que evalúa el contenido preciso de vitaminas de una fruta, por ejemplo.

El coste del proyecto es de 1,9 millones de euros. La mitad corre a cargo de la política de cohesión de la Unión Europea.

Una decena de universidades, investigadores y empresas de Alemania, Bélgica y los Países Bajos participan en él. Una de las ventajas de esta tecnología es que productores y consumidores conocerán, con mayor precisión, la calidad nutricional de cada alimento.

“Una de las cosas que uno quiere saber es cuántos nutrientes tienen sus alimentos. Puede entrar en un supermercado y le dicen que es saludable, pero… ¿Realmente, es saludable? Así que, si tiene un sensor que pueda decir rápidamente: ¡Vale, esta es la cantidad de vitamina C que tiene! Entonces resulta muy beneficioso”, afirmó Bart van Grisven, profesor asociado y jefe de proyecto de Food Screening EMR.

Para apoyar la transición a la agricultura del futuro, la comunicación es fundamental. El Brightlands Campus Greenport Venlo, un centro especializado en nutrición saludable, y en el futuro de la industria hortícola, se encarga de establecer ese vínculo.

“Nos hemos puesto en contacto con todas estas empresas innovadoras que, realmente, quieren hacer algo para conseguir que el consumidor esté más sano, sea más consciente… pero también para ayudar a pensar en nuevas innovaciones. Así que, intentamos reunir a las empresas para que se unan a los proyectos, y ayuden a que, al final, el proyecto cierre la brecha con la sociedad”, concluyó Max Vogel, desarrollador de negocios del Brightlands Campus Greenport Venlo.