La sonda espacial Hayabusa II, de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA), se acercó a 600 metros de la superficie del asteroide Ryugu, como parte de los ensayos del aterrizaje.

Luego de realizar la prueba sobre su objetivo, la sonda cuya misión además de estudiar el asteroide es recolectar muestras de roca para traerlas a la Tierra, volvió a ascender.

Sin embargo, la sonda no logró su propósito que era posicionarse a una altura de 30 metros, debido a que el altímetro láser (LIDAR, por sus siglas en inglés) no pudo medir la distancia entre la nave espacial y la superficie del asteroide.

Ryugu es un asteroide de clase C, el cual los científicos creen no ha cambiado de manera significativa en los últimos cuatro mil millones de años. Debido a que es uno de los objetos más antiguos del Sistema Solar, puede ofrecer una visión distinta de los primeros años de vida del sistema.

De acuerdo con datos del proyecto, se tiene contemplado que los restos del asteroide lleguen a la Tierra en 2020 y uno de los primeros en examinar el material de Ryugu será el científico del Instituto de Geo-ciencias de la Universidad de Goethe, Frank Brenker.

El investigador junto con su equipo de trabajo desarrolló un nuevo procedimiento de medición con potentes microscopios, que permiten una inspección tridimensional y sin contacto con el material.