De vertedero a huerta agroecológica: La transformación de un paisaje chileno

Chile.

El paisaje en la quebrada Villagrá, en la confluencia, entre los cerros Las Cañas y El Litre, en Valparaíso, cambió radicalmente durante la pandemia: los escombros, las ratas y los electrodomésticos oxidados dieron paso a tomates, pimentones, cebollines y zapallos.

A Teresa Balboltín aún le cuesta creer lo que ve cada mañana por su ventana. Pese a que ya ha pasado más de un año y medio, le parece que fue ayer cuando en los momentos más duros de la pandemia y en pleno confinamiento, se organizó con sus vecinos para limpiar el vertedero que se había generado allí con los años y cumplir el sueño comunal de vivir en una quebrada limpia y digna.

“Esta es una quebrada que por muchos años ha estado estigmatizada porque hace un micro basural. Mucho tiempo en la quebrada, en Valparaíso, son microbasurales. Y sacamos aquí mucha basura y empezamos a trabajar de a poco con algunos vecinos que nos molestaba y obviamente estamos infectados de plagas y recuperamos esta quebrada después de harto trabajo. Como les contaba, ya sacamos más de diez toneladas de basura”, explicó Teresa Balboltín.

Desde la alcaldía de la ciudad porteña, a 100 kilómetros al este de la capital. Asesoran a los vecinos sobre cómo y cuándo sembrar y les brindan los recursos necesarios para levantar huertos comunales, pequeños pulmones verdes.

La coordinadora municipal del proyecto, la agrónoma Margaret Salinas, explicó que los objetivos son varios, entre ellos fomentar la alimentación saludable, recuperar espacios públicos y generar ambientes sanos de encuentro para la comunidad.

“Una huerta agroecológica es cierto que es una huerta que se basa en fundamentos, como no utilización de químicos. Es orgánica total. Entonces todo lo que hacemos para fertilizar la tierra es a través del compost que producimos con los mismos desechos que producimos en nuestras casas. Generamos fertilizante natural y es lo que nutre la huerta”, comentó Margaret Salinas.

Desde finales de 2020 se han plantado cerca de 2.500 plantas entre hortalizas y frutas, y la meta es producir 500 kilogramos de alimento a medio plazo para poder repartir alimentos a más vecinos y no solo a los que cuidan las huertas.