Ártico.

No hay buenas noticias sobre el cambio climático. El Ártico podría ser más vulnerable a la contaminación procedente de Europa Occidental de lo que se pensaba.

Para los científicos de la expedición holandesa SEES, en la isla de Spitsbergen, en Noruega, el cambio ha sido importante.

“Estuve con la anterior expedición del SEES en 2015 y entonces vinimos en agosto. En aquella época había más nieve que ahora y todavía había hielo marino”, contó el geólogo Wim Hoek.

Los 50 científicos que han participado en la expedición proceden de distintos ámbitos. Hay arqueólogos, biólogos, glaciólogos y microbiólogos.

Allí investigan si el aire está contaminado por óxidos de nitrógeno y aerosoles y si se encuentran residuos de mercurio y otras sustancias contaminantes en el agua y la tierra.

“Eso es lo que llamamos un medidor de flujo, que flota en el agua. Tiene dos mangueras que van a un dispositivo de medición. Y debido al aumento del metano con el tiempo, puedo calcular la cantidad de metano que sale del lago”, explicó la microbióloga mostrando un aparato flotante.

Y es que los científicos no han tenido que recurrir a aparatos de medición para notar el cambio de temperatura.

«Usted solo lleva una camiseta y yo voy en manga corta. Me parece muy irreal. Me había preparado para una temperatura de 2 grados y… me preocupa”, lamentó el periodista Veraart