Costa Rica.

La interacción de pájaros y abejas en las plantaciones de café mejora un 25 por ciento el rendimiento de ese cultivo. Sin esa interacción, las pérdidas promedio en la producción de ese cultivo serían de más de mil dólares por hectárea, halló un estudio realizado en fincas cafetaleras de Costa Rica.

La investigación encontró también que evaluar por separado los aportes que realizan aves y abejas a la producción de café puede llevar a subestimar sus beneficios ecológicos y económicos, con un impacto directo sobre los medios de vida de las familias que dependen de esos cultivos.

El trabajo publicado en Actas de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos (PNAS, 4 de abril), se desarrolló en el Corredor Biológico Volcánica Central Talamanca.

“Nuestros resultados muestran claramente que los estudios relacionados con servicios ecosistémicos deben considerar las interacciones entre especies para hacer una evaluación correcta del provecho que obtenemos de la biodiversidad. Solo visibilizando estos beneficios podremos trabajar en pro de su conservación”, expresó, Alejandra Martínez-Salinas, investigadora del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE), de Costa Rica.

Los investigadores analizaron los rendimientos productivos de plantas de café en cuatro escenarios: cuando las plantas son visitadas sólo por aves, cuando las frecuentan solo abejas, sin presencia de aves y abejas, y en un entorno natural en el que ambas actúan libremente.

Para crear esos escenarios emplearon mallas de plástico y bolsas de gasa que utilizaron alternativamente para cubrir las plantas e impidir la actividad de pájaros e insectos.

Así observaron que los granos de café eran más grandes, abundantes y parejos cuando aves y abejas actúan simultáneamente —al polinizar y controlar plagas como un escarabajo llamado “broca del café”— que cuando lo hacen por separado.

Su relevancia en el cultivo de café

La producción de café —considerada una de las más importantes de las regiones tropicales del mundo dado su valor económico, contribución a la conservación de la biodiversidad y vínculos culturales— apoya los medios de vida rurales, pues los pequeños agricultores suministran casi 70 por ciento de la producción mundial.

“Nuestros resultados muestran claramente que los estudios relacionados con servicios ecosistémicos deben considerar las interacciones entre especies para hacer una evaluación correcta del provecho que obtenemos de la biodiversidad. Solo visibilizando estos beneficios podremos trabajar en pro de su conservación”, dijo Alejandra Martínez-Salinas.

El trabajo pone en evidencia, mediante un experimento diseñado elegantemente y con un gran número de réplicas, que los servicios brindados por la biodiversidad de organismos actúan de forma sinérgica impactando directamente en la productividad agrícola, en este caso del cultivo de café”, destacó Pablo Cavigliasso, de la Estación Experimental Concordia del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Entre Ríos, Argentina), quien no participó en la investigación.

Según datos de CATIE, al menos 80 tipos de abejas visitan las plantas de café y existen cerca de 25 especies de aves que consumen la broca y reducen la cantidad de frutos brocados hasta 58 por ciento, lo que implica un ahorro anual de hasta US$ 584 por hectárea.

Para que aves y abejas puedan sostener en el tiempo la prestación de sus servicios ambientales y mejorar el rendimiento de los cultivos de café, los investigadores recomiendan disminuir el uso de herbicidas e insecticidas y la frecuencia de podas, aumentar el número y tipo de árboles, conservar o reforestar el bosque y sembrar árboles y arbustos que den flores y sombra.

“Tenemos información sobre la riqueza, abundancia y diversidad de especies de aves y abejas presentes en cada una de las fincas que hemos muestreado. Ahora buscamos averiguar cómo cambia la prestación de los servicios de control de plagas y polinización dependiendo de la comunidad de aves y abejas, el manejo agronómico de las fincas y las características del paisaje que rodea a las fincas muestreadas”, señaló Martínez-Salinas.

La agrosilvicultura tropical como campo de estudio

El desconocimiento del peso de las interacciones entre los servicios ecosistémicos agropecuarios no se limita al café. Justine Vansynghel, del Departamento de Ecología Animal y Biología Tropical de la Universidad de Würzburg, Alemania, dijo que “solo un puñado de estudios han integrado múltiples servicios ecosistémicos en la agrosilvicultura tropical antes del trabajo del PNAS”.

Autora de una investigación sobre la producción de cacao publicada en Ecological Solutions and Evidence, Vansynghel investiga los servicios ecosistémicos de la producción de cacao en la región de Piura, Perú.

“Estamos trabajando en una evaluación integradora del cultivo de cacao, pero dado que su sistema de polinización difiere de la producción de café, ya que el cacao es polinizado por insectos distintos de las abejas, las interacciones pueden ser de otro tipo”, afirmó la investigadora.

“Será muy interesante comparar si los polinizadores y los enemigos naturales también tienen efectos sinérgicos en el rendimiento del cacao”, agregó. Para Vansynghel, será clave “observar cómo un mayor conocimiento de las interacciones de los servicios de los ecosistemas puede mejorar el manejo productivo y amigable con la vida silvestre de los cultivos tropicales”.

Por: Claudia Mazzeo en SciDev.Net América Latina y el Caribe.