Unión Europea.

En el corazón de un biosensor de vitaminas portátil. Un biosensor inteligente debería permitir detectar sobre el terreno, de forma rápida y barata, la cantidad de vitaminas que hay en frutas y verduras.

Kasper Eersels, líder del proyecto Food Screening EMR, calcula que tardará dos años, en el mejor de los casos, en estar listo para comercializarse.

Pero, ¿cómo funciona el núcleo de este dispositivo?

“El dispositivo consta de un receptor, que es el que capta la vitamina, la reconoce. Eso es lo que hacemos en la Universidad de Maastricht (UM). Además, está el desplazamiento del color que tiene que tener lugar en un sensor manual que está desarrollando la Universidad de Hasselt.

Después, está la lectura. Habrá una reacción con respecto al color, que se tiene que cuantificar con un dispositivo portátil. Eso forma parte de una colaboración entre la Universidad de Lieja, la Universidad de Aquisgrán y la Universidad de Hasselt.

Juntos estamos fabricando este sensor. Así está el grupo de usuarios de la gente de Venlo, que se comunica con la industria para saber lo que el sensor debe ser capaz de hacer. Y hay otros dos grupos de investigación de la UM en BASF, que se centran en las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables, y en las nuevas técnicas agrícolas.

Hay tres pasos clave en el proceso. Y cada uno tiene su pequeña responsabilidad en estos pasos más grandes”, declaró Kasper Eersels, profesor adjunto y director del proyecto Food Screening EMR.