Perú.
El uso de municiones elaboradas con plomo para cazar animales destinados al consumo humano eleva el riesgo de exposiciones a metales peligrosos en indígenas y pobladores de la región amazónica de Madre de Dios, en el suroriente del Perú, advierte un estudio.
De esta manera, aquellas comunidades amazónicas que dependen de la carne de caza y del consumo de peces silvestres para la obtención de proteínas de origen animal pueden enfrentar una “doble carga” de exposición a metales pesados en sus dietas: plomo y mercurio, resaltan los autores.
La contaminación por plomo en las carnes cazadas sucede cuando la bala impacta contra el animal, fragmentándose en partes tan pequeñas que no pueden ser removidas completamente de los animales.
Según el trabajo que será publicado en la edición impresa de la revista The Lancet Regional Health (1 de agosto), las comunidades indígenas en Madre de Dios tienen 24 veces más probabilidades de presentar elevados niveles de plomo en sangre que aquellas comunidades no nativas que usan carne que no proviene de la caza directa.
A su vez, aquellas personas que suelen comer carne de caza tienen cuatro veces más probabilidades de tener niveles altos de plomo en sangre (2,52 por decilitro de sangre), en comparación a poblaciones que no consumen carne de esta procedencia.
El estudio, que analizó muestras de sangre y de cabello humano de 307 personas de 26 comunidades amazónicas de Madre de Dios, también mostró una fuerte asociación entre las exposiciones de riesgo al plomo y al mercurio, este último utilizado en la extracción artesanal de oro en la región.
Un análisis de la carne consumida indicó, además, que en zonas donde no se realizan extracciones de petróleo y que no utilizan pinturas con este químico (dos fuentes comunes de exposición al contaminante), el 57 por ciento de los rastros microscópicos de plomo se asociaba a municiones utilizadas para la caza, aunque no se descartan otras vías de exposición.
El investigador Pedro Mayor, quien no participó del estudio, apunta que “ya se presumía que en toda la Amazonía existieran niveles de plomo elevados en sangre. En la población indígena está ligado al uso de los recursos de carne de caza, por lo tanto al consumo de carne silvestre”.
Sin embargo, subraya que el trabajo no logra establecer que la contaminación por plomo sea a causa del tipo de municiones utilizadas.
También podría darse, por ejemplo, debido a la presencia natural de este metal en los suelos amazónicos, que sería asimilado por la fauna mediante un proceso de geofagia, un comportamiento de algunos animales para aprovechar nutrientes depositados en los suelos, como sodio, potasio y magnesio, entre otros, explica Mayor, quien preside la Comunidad de Manejo de Fauna Silvestre en la Amazonía y América Latina y es investigador del Museo de Culturas Indígenas Amazónicas de Iquitos, Perú.
“No podemos descartar la geofagia como fuente potencial de plomo”, afirmó a SciDev.Net, William K. Pan, uno de los autores del estudio e investigador de la Universidad de Duke (EE.UU.).
Y agregó: “La circulación de plomo en el medio ambiente es extremadamente compleja y requiere un estudio más amplio para comprender mejor cómo el plomo de múltiples fuentes (es decir, municiones, petróleo, transporte atmosférico, etc.) contribuye a la acumulación animal local”.
Según la OMS, la exposición al plomo puede causar “anemia, hipertensión, disfunción renal, inmunotoxicidad y toxicidad en los órganos reproductores”.
“Países europeos han identificado el consumo de caza silvestre como una fuente importante de exposición al plomo. Incluso Dinamarca y los Países Bajos han prohibido por completo las balas de plomo”, dijo Pan.
“Esto se debe a que, entre las poblaciones de cazadores y las personas que consumen animales silvestres, son comunes los altos niveles de exposición al plomo”, añadió el investigador. “La UE está considerando una prohibición completa (de este tipo de municiones) en general”, amplió.
“Lo que muestran nuestros datos es que si las municiones con plomo continúan siendo usadas, algunas poblaciones verán impactos significativos en la salud de niños y adultos. Estos riesgos para la salud se ven exacerbados por comorbilidades en las poblaciones amazónicas, como anemia, desnutrición (o sobre nutrición) y enfermedades infecciosas”, afirmó Pan.
El problema es “cien por ciento prevenible”, según él. “Todas las balas de plomo se pueden reemplazar con cobre. La diferencia de costo es mínima”, aseguró.
Pero Mayor acota que “si los animales lo están asimilando en grandes cantidades debido al comportamiento de ingestión de suelos, poco se puede hacer”.
“Y a la gente no le vas a decir que deje de comer carne silvestre porque tradicional y económicamente es muy importante para ellos ¿no? Es fundamental porque les está aportando gran parte de la subsistencia”, consideró el investigador.
También para Mayor, el reemplazo de las municiones utilizadas podría ser una forma de prevenir la problemática en caso de que se establezca causalidad entre la exposición al plomo y las balas empleadas.
- Un paso hacia la equidad para laboratorios latinoamericanos - noviembre 21, 2024
- Medicinas en Latinoamérica: US$ 30,5 mil millones de sobrecosto - noviembre 19, 2024
- Emisiones de ganado: medir para mejorar - noviembre 8, 2024