Colombia.
«¿Cómo me defino? Como un salmón, como una mujer rebelde que va en contra de los parámetros normales de la sociedad, pero con convicción y con valores y con una cantidad de cosas que la gente piensa que de pronto por estar tatuada, por ser artista, uno lo tiene, pero que obviamente tengo”, dijo Leela, una artista callejera.
En su casa le dicen Mónica, pero en la calle su nombre es Leela, es rebelde, mamá, estencilera y feminista que rompió los parámetros normales de la sociedad para luchar con su arte en contra del patriarcado y la injusticia.
“Siempre hay que luchar por reivindicar la memoria de las chicas, ¿sí? Porque es innegable que históricamente hemos estado como relegadas, olvidadas, borradas, oprimidas. De hecho, digamos que he hecho imágenes de chicos de Carlos Pizarro, Pardo Leal, pero no me quedan igual. como que les faltaba sabor, flow. Yo no sé. Rabia, debe ser”, contó Leela.
Leela se sumerge en la vida de las mujeres que pinta, analiza el color, corta las plantillas e imagina el camino que hará con el aerosol. Las protagonistas de sus obras son rostros femeninos que encararon una lucha a la que ella ahora también pertenece.
“Yo cojo como la fotografía original sea alguien, digamos, conocido, o sea una mujer muy, muy famosa que no conozco yo personalmente. Entonces tomo la fotografía y hago la separación de color por tonos y todo es manual. Yo no hago nada digital. Entonces lo que hago es imprimir la fotografía y empezar a separar, y a medida que voy separando voy cortando las plantillas. Entonces, cada tono es una plantilla”, explicó la artista.
Leela hace de Bogotá su lienzo. Quiere intervenir esta ciudad hostil y contaminada para llenarla de mujeres que sean a la vez su bandera en contra de la violencia, la injusticia y el machismo, por lo que su arte se hace sumamente contestatario y actual.
“Yo he hecho varios autorretratos en medio de la exploración. El primero es el del dedo, así que era como una acción contra los violadores, no era como «Fuck you, rapist», y este en particular era como pensando en esas mamás que han perdido a los hijos en la guerra. Entonces, como estaba esperando mi segunda hija, pues no la hice en ese momento, obviamente, sino que tomé una foto antigua pensando en como no parimos hijos para la guerra”, comentó Leela.
Cada trazo es una elección que busca transmitir a sus hijas porque quiere que así como ella crezcan libres de los estándares machistas de la sociedad que limitan lo que ellas son capaces de hacer.
“No es como que crezcan con rabia, sino con ganas, con ganas de que hagamos una cosa, hagamos otra, visualicemos en la vida misma, no te dejes oprimir, no te dejes apagar. Un día mi hija iba en el taxi, mi hijo mayor y yo le estaba regañando porque no llegaba a tiempo, no sé qué. Entonces el taxista le dice, «es cómo bravo a su mamá». Y pues le dice «Es ella». Y yo haciendo así. Se me hizo chistoso”, subrayó Leela.
Todas sus obras reflejan una lucha y es que las adversidades solo vuelven a Mónica más fuerte y a Leela la llenan de ideas para crear.
Por: Directo Bogotá.
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