Cuba.
Isabela de Sagua es una localidad de la costa norte de Cuba, de unos 3000 habitantes que se resisten a abandonar el pueblo en el que nacieron, que sufre el embate del cambio climático y el desgarro de la emigración. Hace apenas cuatro décadas era la Venecia de Cuba. Sin embargo, el huracán Kate arrasó las últimas casas de madera que había sobre el agua en noviembre de 1985.
“El ciclón que acabó con todas esas casas de madera que había arriba el agua. Ahí fue creada la Nueva Isabela. Cuando usted va para allá. Es decir que no se quedaron desamparados, todo el mundo cogió su casa”, dijo Amado Arce, un jubilado que trabajó en la industria de la miel.
Sin embargo, no todos los isabelinos quisieron trasladarse a Isabela Nueva, situada 11 kilómetros tierra adentro. Muchos resisten en sus hogares el paso del tiempo en el que fue un próspero puerto. “Aquí hay miles de isabelinos que no se quieren ir. ¿Qué es lo que pasa? Que las condiciones de las viviendas están muy malas. Si se pudieran construir viviendas nuevas aquí, aquí no se fuera nadie”, comentó Ángel Rivero, 55 años.
El huracán Irma, en septiembre de 2017, golpeó la isla de Cuba con categoría cinco. 16 horas de viento y lluvia terminaron por dejar a muchos sin hogar, sin nada. “Cuando yo vine de este ciclón, estaba en los albergues en Sagua, yo vine y cuando llegué me encuentro en mi casa tumbada completa, de madera, perdí mi televisor, perdí mi radio, mi comida, mi ropa. Yo me quedé encuera”, explicó Odalys Pra. Isabela de Sagua se resiste a desaparecer.
- ECOMARE: el proyecto que cuida la biodiversidad marina - enero 29, 2024
- El mayor iceberg del mundo se mueve tras más de 30 años encallado - enero 29, 2024
- El primer dron de pasajeros para uso médico, vuela sobre la Unión Europea - enero 29, 2024