China.

Las autoridades chinas tuvieron que salir en defensa de los experimentos científicos que los astronautas del país llevan a cabo en la estación espacial que construye el país asiático, después de que numerosos internautas pusieran en duda su veracidad.

La controversia se produjo en las redes chinas cuando en un programa que busca incentivar la curiosidad científica de los niños se pudo ver cómo los astronautas chinos usaban un vaso y agua para uno de los experimentos didácticos, pero los internautas rápidamente consideraron que ni el objeto ni el líquido se comportaban como debían en un entorno de gravedad cero.

Esto llevó a los usuarios de las redes a cuestionar que el vídeo se hubiera grabado realmente en el espacio.

La Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China, entre otras organizaciones, salió al paso de la polémica para confirmar que las imágenes son verídicas y fueron tomadas el pasado 9 de diciembre por los tres integrantes de la misión tripulada Shenzhou-13, que regresó a tierra la primavera pasada.

El organismo aclaró que, a diferencia de las bolsas con boquillas con válvula unidireccional que los astronautas suelen usar para beber agua, el vaso de agua es un material didáctico que habían preparado para la clase, y que estaba adherido a la mesa para hacer posible el experimento.

Según un informe anterior de China News Network, Pang Zhihao, un experto en comunicación científica, explicó que hay muchas formas en que los astronautas pueden «verter» agua en un vaso, como sellar primero el vaso con una membrana, y luego inyectar agua con una aguja.

“Si estos internautas hubieran visto todo el curso, no habrían hecho esas preguntas, ya que justo después, Wang Yaping levantó el vaso de la mesa y la empujó, haciendo que flotara en el aire”, publicó mientras el diario Science and Technology Daily.

Los experimentos científicos forman parte de las misiones tripuladas Shenzhou, cuyo cometido principal es la construcción de la estación espacial Tiangong, que debería estar lista a finales de este año, según los planes originales.

La estación espacial china, cuyo nombre significa «Palacio celestial» en mandarín, pesará unas 70 toneladas y se espera que funcione durante unos 15 años orbitando a unos 400 kilómetros de la superficie terrestre.