Estocolmo, Suecia.

Altos cargos de un centenar de países y organizaciones internacionales llamaron hoy, al término de una conferencia de la ONU en Estocolmo, a un mayor compromiso medioambiental, mientras miles de activistas reclamaron en las calles acciones concretas e inmediatas.

Los asistentes a Stockholm+50 -que conmemora el medio siglo de la primera conferencia mundial sobre medioambiente, celebrada también en la capital sueca- cerraron dos días de discusiones con una declaración en la que se constata la necesidad «urgente» de acción para la existencia de un planeta saludable.

Un multilateralismo efectivo y justo, enfoques integrados y conjuntos, acelerar la transformación de sectores de gran impacto, mejorar el acceso a las tecnologías verdes e impulsar la financiación para el desarrollo son otros puntos incluidos en el texto provisional.

La declaración urge a los países desarrollados a cumplir con su promesa de destinar 100.000 millones de dólares anuales a la lucha climática de los países pobres y pide que se triplique el objetivo actual de financiación de medidas de adaptación al cambio climático.

Más financiación y críticas al sistema capitalista 

«Es necesario un compromiso de financiación valiente para reducir la brecha de financiación y un reparto justo y equitativo de la carga», dijo en la mesa plenaria de hoy la ministra de Medio Ambiente nigeriana, Sharon Ikeazor.

La subsecretaria para Asuntos Multilaterales mexicana, Marta Delgado, recordó que los compromisos acordados en las distintas cumbres climáticas «requieren acciones y una fuerte voluntad política para transformar el modelo de acumulación y desigualdad que tanto daño ha hecho».

«La causa estructural es el sistema capitalista y consumista, la solución pasa por desmontarlo», afirmó Freddy Mamani, viceministro de Exteriores de Bolivia, quien defendió restaurar la armonía con la Tierra y mecanismos más favorables de financiación y el acceso a tecnologías verdes.

A transformar el modelo de desarrollo actual instó también el secretario de Cambio Climático de Nicaragua, Javier Gutiérrez Ramírez, quien se mostró crítico con «los modelos inhumanos de producción y consumo de las grandes economías».

La guerra de Ucrania estuvo presente también en la conferencia, con menciones directas de varios representantes, como los de Japón, Nueva Zelanda o Letonia, y también de otros como Estados Unidos y Rusia.

La subsecretaria de Medio Ambiente de Estados Unidos, Mónica Medina, denunció en su intervención el «malvado» y «silencioso» ataque a Ucrania.

«Permaneceremos unidos en defensa de la paz, la democracia y la legalidad internacional», dijo Medina.

Rusia, que envió a un representante de su legación en Estocolmo, señaló por su parte que la intervención militar en Ucrania era necesaria por el «terrorismo» practicado por Kiev desde hace ocho años contra las zonas rusófonas del este y para «desmilitarizar y desnazificar» el país vecino.

El representante ruso denunció además los intentos de «politizar» el Programa de la ONU para el Medioambiente (Pnuma) en defensa de los intereses «de algunos países».

Manifestación por el centro de Estocolmo

Miles de activistas, la mayoría jóvenes, recorrieron el centro de Estocolmo exigiendo «un cambio fundamental» del «sistema político y económico», en una manifestación impulsada por el movimiento global «FridaysForFuture», creado hace cuatro años por la activista sueca Greta Thunberg, convertida ya en un icono mundial.

Thunberg, quien había reclamado en las horas previas «cambios» tras medio siglo de conferencias y había mostrado su hartazgo por las «palabras vacías», mantuvo un papel secundario en la protesta, encabezada por jóvenes de los países más afectados por el cambio climático.

Entre las reivindicaciones de los activistas, que también mantuvieron una breve protesta paralela en el recinto de la conferencia, figuran la firma de un tratado internacional para detener la explotación de combustibles fósiles, preservar la biodiversidad y compromisos anuales de reducción de emisiones.

«El Sur global ha sido abandonado a enfrentarse contra la crisis climática, cuando África solo contribuye con el 4 % del total de emisiones de gases invernadero. Tenemos las soluciones, implementémoslas. Tenemos el conocimiento, usémoslo», dijo la keniana Mana Omar.

Thunberg figura también entre los 57 ganadores del prestigioso premio Right Livelihood Award, conocido como el «Nobel alternativo», que hoy difundieron un texto en Estocolmo en el que se pide el abandono de los combustibles fósiles, un uso sostenible de la tierra de cultivo y aumentar la protección jurídica en la protección del planeta.