España. 

En el archipiélago español de las Islas Canarias habitan unas arañas del género Dysdera que han diferenciado sus piezas bucales para alimentarse de cochinillas de la humedad, una presa poco apetecible para otros depredadores, y de esta manera crecen mejor y utilizan de forma más eficiente los nutrientes.

Son un ejemplo de radiación adaptativa según la Teoría de la Evolución de Darwin, explica en una entrevista con Efe Nuria Macías, profesora e investigadora Viera y Clavijo en el departamento de Biología Animal, Edafología y Geología de la Universidad de La Laguna (ULL).

Macías es miembro del grupo de investigación «Sistemática, Biogeografía y Evolución de Artrópodos de Canarias», archipiélago español situado en el Atlántico, y estudia desde hace más de 10 años a las arañas Dysdera, sobre las que ha publicado un artículo en la revista Hipótesis de divulgación científica de la ULL.

Para comenzar, la investigadora alude a los pinzones de Darwin, los pájaros originarios de las islas Galápagos en los que el naturalista inglés del siglo XIX basó su famosa Teoría de la Evolución.

Estos pinzones, siguiendo procesos evolutivos y de selección natural, adaptaron sus picos según el tipo de alimentación para así evitar competir entre ellos por un mismo recurso y con ello generaron, a partir de un ancestro común proveniente del continente, numerosas especies.

Este proceso evolutivo se conoce como radiación adaptativa y Nuria Macías señala que las islas oceánicas, como las Galápagos o Canarias, son islas volcánicas que surgieron del fondo del mar carentes de flora y fauna «y son laboratorios naturales» donde poder estudiar los procesos evolutivos responsables de la diversificación de los organismos.

Y en Canarias las arañas del género Dysdera son un ejemplo de radiación adaptativa similar a la de los pinzones de Darwin.

Estas arañas se encuentran en diferentes hábitats de las islas, desde zonas costeras hasta las cumbres, en los bosques de laurisilva y los pinares, en la alta montaña y en el medio subterráneo. Son inofensivas para el ser humano y tienen un papel importante en el ecosistema.

Estos arácnidos se ha diversificado en las islas y se han descrito más de 50 especies endémicas, únicas del archipiélago, a las que se siguen sumando otras, pues al menos hay 12 nuevas especies que están siendo descritas en la actualidad, precisa la bióloga.

«Para que nos hagamos una idea de la importancia de este hecho, Canarias es el lugar del mundo donde existe el mayor número de especies endémicas de arañas del género Dysdera y ¿qué tienen de especial?. Una de esas características es su distribución, teniendo en cuenta que hay más de 50 especies en las islas», añade Macías.

Como resultado de estos estudios, realizados en colaboración con grupos de investigación de las universidades de Barcelona (España), Aarhus (Dinamarca) y Kentucky (Estados Unidos), se ha descubierto que una vez que el ancestro de las Dysderas colonizó el archipiélago canario, algunos linajes se especializaron en alimentarse de cochinillas.

En el proceso experimentaron una serie de cambios, tanto en la estructura y morfología de sus piezas bucales como en su metabolismo, lo que les permitió explotar unos recursos tróficos a los que otros depredadores no podían acceder.

Una de las líneas de trabajo que desarrolla el grupo consiste en secuenciar el contenido estomacal de las arañas para analizar y detectar el tipo de presas de las que se alimentan, lo que permitirá conocer mejor el nivel de especialización de estas especies de arañas canarias.