Ucrania.

Cuando las palabras fallan, pintar a veces ayuda. Desde hace semanas, la clínica psiquiátrica más grande de Leópolis, atiende cada vez a más niños con graves traumas de guerra.

Una niña vio cómo las bombas destruyeron su ciudad natal y mataron a mucha gente, fue evacuada, pero sus padres siguen en Járkov.

Los terapeutas dicen que dibujar ayuda a muchos niños a procesar sus experiencias; muchas veces no pueden hablar del tema. Incluso los más pequeños se dan cuenta de lo que ocurre.

Los padres y los abuelos intentan explicar a los niños con delicadeza lo que está pasando, a veces actúan como si todo fuera un juego, pero los niños responden “vivimos en una guerra de verdad”.

Los niños buscan explicaciones para el horror, algunos empiezan a dudar de sí mismos, pues “a veces los niños creen que esto tiene que ver con su comportamiento, porque hicieron algo malo, entonces intentamos explicarles que viven en un país libre e independiente”, expresó la doctora Oksana.

Los niños suelen tener trastornos del sueño, cambios de humor y se vuelven apáticos. Muchos se preguntan a diario si podrán volver a su antigua vida.

El equipo de especialistas intenta acercarse a los niños con juegos y música. Se sorprenden de la capacidad de los jóvenes para superar circunstancias traumáticas. Oksana dice que los médicos no deberían dar falsas esperanzas a los niños. La situación es complicada y los inocentes tendrán que vivir con ello por mucho tiempo.