EEUU.

 

La NASA y la firma privada Boeing ultiman este miércoles en Cabo Cañaveral (Florida, EE.UU.) las pruebas finales para el lanzamiento el próximo 19 de mayo de una misión no tripulada a la Estación Espacial Internacional (EEI), un reto para la nave Starliner tras el fallido intento de 2021.

En una teleconferencia celebrada hoy desde las instalaciones del Centro Espacial Kennedy de la NASA en Cabo Cañaveral, responsables del proyecto abordaron cuestiones sobre los progresos en la prueba del vuelo orbital (OFT-2, en inglés) de la cápsula Starliner.

La cápsula no tripulada CST-100 Starliner despegará montada encima de un cohete Atlas V a las 18.54 horas del jueves 19 de mayo (22.54 GMT) desde el Complejo-41 de la estación de la fuerza espacial de Cabo Cañaveral, como parte del programa de Tripulación Comercial de la NASA.

«Estamos listos para la prueba final, el test de demostración de vuelo orbital y el lanzamiento», confirmó en la teleconferencia Kathy Lueders, directiva de Operaciones Espaciales de la NASA.

«Gracias, NASA, por trabajar codo a codo con nosotros para prepararnos para la #OFT2», expresó la empresa Boeing en su cuenta de Twitter.

Durante la citada prueba los expertos medirán las capacidades de la Starliner «de extremo a extremo, desde el lanzamiento hasta el acoplamiento» en la EEI, y el reingreso de la cápsula en la atmósfera terrestre, además de su aterrizaje en el desierto del oeste estadounidense, explicó Boeing.

El test de vuelo OFT-2 proporcionará datos valiosos que ayudarán a la NASA a certificar el sistema de transporte de tripulación del Starliner de Boeing hacia y desde la EEI, dijeron durante la teleconferencia.

Steve Stich, gerente del Programa de Tripulación Comercial de la NASA, precisó que detectaron un problema de humedad que penetraba en una zona, pero que fue subsanado con el sellado de la parte afectada.

«Llevamos 9 meses aquí estudiando todos los imprevistos que pueden surgir en el sistema y resolviendo problemas y ya estamos listos para volar», agregaron.

Estuvieron de acuerdo en que «cada desarrollo» encaminado al avance de la «vida de los humanos en el espacio ha sido siempre duro». Al final, dijo Lueders, «tienes que hacer tu trabajo y seguir adelante».

Uno de los expertos de Boeing recordó que hay que ser «precavidos» a la hora del lanzamiento debido a las condiciones del tiempo y explicaron que es la primera vez que vuela una nave con tres tanques de cargo, por lo que «han tomado precauciones especiales».

La cápsula Starliner de Boeing, de unos 5 metros de altura y con capacidad para una tripulación de hasta siete personas, cruzará la atmósfera terrestre con ayuda de un cohete Atlas V, de 52 metros de alto y construido por el consorcio privado United Launch Alliance (ULA), del que Boeing también forma parte.

Será la segunda misión para esta nave, que regresará del laboratorio orbital con unas 600 libras (272 kilos) de material científico.

Al igual que SpaceX, la firma del multimillonario Elon Musk, Boeing tiene un contrato de más de 4.200 millones de dólares con la NASA para encargarse del traslado de ida y vuelta de astronautas y equipos a la estación espacial despegando desde suelo estadounidense.