Estocolmo, Suecia.-

– Luz extrema –

Mourou, director del Laboratorio de Óptica Aplicada (LOA) y profesor de la Ecole Polytechnique, se dedicó durante 40 años de carrera a incrementar las capacidades de los láser y a hallarles usos técnicos o médicos, en particular en la cirugía ocular, pero también en la arqueología.

El ingeniero desarrolló el concepto de «Luz Extrema» y fue uno de los impulsores de la creación del Instituto de Luz Extrema (ILE) y del láser civil Apollon de Paris-Saclay (al suroeste de París), que debería alcanzar una potencia de 5 petavatios, esto es 1/35 de la potencia solar recibida por la Tierra.

El láser que desarrolló puede dar esa potencia durante un tiempo minúsculo, solamente algunos femtosegundos, es decir menos de una mil billonésima de segundo, por lo cual la energía total equivale a la de una bombilla eléctrica en un par de días.

«Uno no se lo espera. Tú te lo puedes imaginar, pero cuando pasa, es diferente», admitió.

La Infraestructura Europea ELI desarrolla la construcción de otros láser en Hungría, Rumania y República Checa, que deberían superar la capacidad de Apollon.

Los investigadores esperan hallar en el futuro múltiples aplicaciones, en particular en el procesamiento de desechos nucleares (reduciendo el tiempo de radiactividad), en las técnicas de imágenes médicas, en el tratamiento de tumores o en la limpieza de los millones de minúsculos desechos en órbita de la Tierra.

El lunes, la edición 2018 comenzó con la categoría de medicina. Dos inmunólogos japonés y estadounidense, James P. Allison y Tasuku Honjo, fueron recompensados por sus trabajos sobre la capacidad del cuerpo para defenderse contra el cáncer.

El miércoles será el turno del Nobel de Química. El de Economía será conocido el lunes 8 de octubre y el viernes se conocerá en Oslo el de la Paz.

Por primera vez desde 1949, el anuncio del Nobel de literatura será aplazado un año por la Academia Sueca, inmersa en el escándalo #MeToo que provocó la renuncia de varios de sus miembros.

Por: AFP