Chile.

Nuevo descubrimiento. Tres científicos descendieron en enero, ocho mil metros de profundidad frente a la costa chilena, donde ningún ser humano lo había hecho, y descubrieron extraños organismos microscópicos sobre los que hay más dudas que respuestas.

Osvaldo Ulloa, director del Instituto Milenio de Oceanografía de la Universidad de Concepción, lideró al grupo que bajó a bordo del submarino Limiting Factor a la Fosa de Atacama, un enorme hueco en el Océano Pacífico que se extiende por 5.900 kilómetros desde Ecuador hasta el sur de Chile.

La expedición que integraron también el explorador estadounidense Víctor Vescovo y el subdirector de Milenio, Rubén Escribano, se inició el 13 de enero y se extendió durante 12 días en las costas de Mejillones y Tal Tal, en el norte de Chile. Según explicó Ulloa, se encontraron con estructuras geológicas y visualizaron un tipo de holoturias o pepinos de mar traslúcidos que no tenían registrado y que lo más probable eran especies nuevas.

La expedición encontró también especies de anfípodos -descubiertos en ese lugar en una expedición no tripulada en 2018- crustáceos carroñeros, gusanos segmentados y peces traslúcidos. La fosa de Atacama se encuentra en el mismo lugar en el que chocan la placa de Nazca y la placa sudamericana, dos de las placas tectónicas que forman parte del Cinturón de Fuego del Pacífico, causantes de los terremotos y tsunamis que con frecuencia se producen en esta zona.