Reino Unido.

Hace 200 años entraba una paciente al quirófano más antiguo de Europa que todavía se conserva en el centro de Londres, donde estaba el Hospital Saint Thomas. Era 1822 y no había ni anestesia, ni antisépticos: era un quirófano sólo para mujeres que se creó casi 70 años más tarde que el de los hombres.

“Hasta la introducción de la revolución industrial, cuando la mujer sale de casa y del ambiente doméstico para empezar a trabajar en fábricas que no tenían seguridad laboral, comenzó a aumentar el número de accidentes que las mujeres tenían”, explicó Mónica Walker, comisaria de la exposición.

Los tres tipos de operaciones eran las amputaciones, la extracción de piedras en la vejiga o las llamadas trepanaciones, que era agujerear el cráneo para tratar traumatismos en la cabeza. Los estudiantes de medicina se sentaban alrededor para observar a los cirujanos.

Por motivo del bicentenario, el museo del The Old Operating Theatre Museum and Herb Garret, propone una programación especial para visitar el museo a través de historias reales de enfermeras, cirujanos, estudiantes y pacientes con nombre y apellido que pasaron por este quirófano.