El Salvador.

El payaso Kapush cuyo nombre real es Ever López, sacó su espectáculo de magia y malabarismo del teatro y lo llevó a una colonia de El Salvador, considerada peligrosa por la violencia generada por las pandillas y por otros fenómenos que se han agudizado por la pandemia de la COVID-19.

Es mejor llorar de alegría que llorar de tristeza al ver tanta violencia. Estamos acercando el arte muchas veces a lugares donde la gente no tiene acceso, por ejemplo, a ver una obra de teatro”, dijo Ever.

A Kapush sólo le bastó la calle de acceso a la populosa colonia San José, ubicada en el municipio de Soyapango, unas cuantas sillas y sonido para realizar su espectáculo artístico, que incluyó malabares y magia y con el cual sacó risas a pequeños y grandes.

“Los artistas tenemos también ese compromiso de descentralizar el arte, no solamente en el teatro, también en la calle, en las comunidades, a los niños y niñas que no tienen la posibilidad de poder pagar un boleto, de poder trasladarse hasta el teatro”, mencionó Ever. 

El artista, fue parte del VIII Festival Internacional de Clown Escénico, que se llevó a cabo a finales de octubre de forma virtual y con funciones presenciales de artistas salvadoreños en colonias, escuelas y otros espacios abiertos. El método clown permite una mayor interacción entre el artista y el público. Es una especie de circo social en el que los espectáculos son trasladados del teatro y otros espacios culturales a la calle.

“El clown es jugar, es invitar a todos los niños y niñas a jugar sin ninguna distinción de género ni edades”, dijo Valeria Juárez del colectivo Cirqueras El Salvador.

El colectivo está integrado por ocho mujeres que realizan diversas artes escénicas y arte urbano y se presentan en calles, plazas y parques. Los artistas intercambian experiencias sobre el circo social para contribuir a cambiar realidades, para llevar un momento ameno y que los participantes, niños, jóvenes y adultos disfruten y rían con espectáculos creados con historias del entorno.

Por: EFE.