Jalisco, México

Divulgador, físico y aspirante a astronauta, eso y mucho más es Javier Santaolalla y resaltó que lo hace siempre desde el corazón y con la intención de mejorar algo en el mundo.

En su carrera, Javier Santaolalla se ha dado la oportunidad de escribir de lo que más le apasiona, pero reconoció que es complicado. “Fue un esfuerzo titánico porque estaba comenzando la divulgación en aquella época. ¿Qué haces? dos carreras y un doctorado, pero esos días se escribió con el corazón. No está bien escrito, no tiene grandes virtudes pero es lo que más me emocionó de la física y lo transformé en las letras”.

En los últimos meses, Javier y sus seguidores esperan ansiosos un mensaje de la Estación Espacial Europea (ESA), pues en junio, el divulgador se postuló como astronauta ante la ESA; pero no fue una decisión fácil.

“Aspirar a ser astronauta es algo que escogí con mucho corazón. Vi el anuncio e hice un ejercicio de introspección. Es un trabajo súper exigente donde tienes que renunciar a mucho de tu vida personal. Me obligó a mirar en mi interior para saber los verdaderos motivos, si creía en ello o si creía que era un buen candidato. Pero cuando uno quiere algo en la vida, tenemos que ir con todo”, nos comparte.

La última frontera, es una serie documental que, en cuatro capítulos de 20 minutos cada uno, nos habla sobre la exploración del espacio. En esta serie, Santaolalla es el presentador y nos cuenta cómo es que surgió. “Mientras estaba en mi proceso de decidir ser astronauta, la productora me marcó porque creyó que era bueno contar esa experiencia sobre cómo llegar al cielo”.

Pero algo que más motivó al físico, fue tener esa oportunidad de compartir su pasión y algo que él considera “emociones muy propias de ser científico”. “Imaginen que encapsulamos esa emoción y la podemos poner de una forma que pueda llegar a las personas para que sientan esa emoción por un día; darles por un momento algo que yo siento: superación y pasión por la ciencia”.

“Cuando nos miramos a nosotros, miramos a las estrellas porque somos polvos de estrellas, algo que dijo Carl Sagan. El ser humano a lo que más aspira es saber por qué existe. No hay búsqueda más noble y ese documental creo que refleja eso”, agregó.

Foto de Angel Santacruz

No hago nada que no me emocione, que no me haga temblar. Elijo ideas por emociones”, respondió así luego de que María Emilia Beyer le preguntó cómo fue que decidió ser divulgador científico. A esto agregó que comenzó también pensando en su yo de 17 años: “Vi mi camino y recordé eso que me emocionó mucho. Fue otro viaje muy cargado de emociones porque vi una persona perdida, insegura, con dudas, que no sabía bien qué quería hacer. Quisiera ir y abrazar al Javier de 17 y decirle que sí lo puede lograr”.

Lo anterior, lo compartió para resaltar su intención de motivar a los demás. “Yo transmito a las Javieras y Javieres de 17, 20 o 50 años, esa semillita chiquita que está dentro de nosotros. No están solos porque somos muchos los que estamos en ese mismo camino. Somos un grupo de ñoños juntos”.

“Si es tu idea y tu pasión y hay algo en ti que te mueve hacia allá: continúa. Necesitamos muchos cerebros diversos que nos ayuden a resolver problemas. Cuantas más mentes diversas mejor, la ciencia se nutre de esa diversidad”, motivó a los asistentes de la charla.

“El conocimiento nos ayuda a conseguir nuestros objetivos, nos da la capacidad de conseguir lo que anhelas en la vida”.

Foto de Angel Santacruz

Hace unos meses, el divulgador realizó un video titulado “Dejo YouTube” con la intención de alejarse de “querer sumar para intentar mejorar lo que hay. Mi ida de YouTube fue por los peligros que están en las redes, los algoritmos. No quise ahondar mucho en su momento. Las redes sociales son un mecanismo para mantenernos adictos a las pantallas, me di cuenta que no quería contribuir a eso y quería dar un mejor entorno. Es el que merece el conocimiento”.

A raíz de esto fue que potenció Amautas, un proyecto de divulgación libre de clickbait y manipulación, en donde invita a creadores de contenido a compartir y sumarse a este proyecto. “Esperemos que más personas se sumen. Podemos hacer algo grande juntos”, concluyó.

Por: Leslie Almanza / NCC Iberoamérica.