Guadalajara, México

Hugo Villa, director general de la Filmoteca de la UNAM y Arturo Aguilar, autor del libro “La industria de cine en México tras la pandemia: entre el terror y el suspenso”, charlaron en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara sobre los complejos problemas del cine.

El cine cae y se demuestra con números significativos: en el 2019, se vendieron 254 millones de boletos, en 2020 se vendieron a penas 52 millones, y el 2021 no ha cambiado mucho. Mientras que antes se vendían 4.5 millones de boletos el fin de semana, ahora apenas se llega al millón: “esto es una situación de terror”, dijo Tábata Vilar, la presentadora.

El cine, el storytelling colectivo, “la narrativa colectiva sólo se cumple en estos espacios. Por ejemplo, la música de la película Roma sólo logra su cometido si estás viéndola en el cine: la luz, los colores, la concentración solo se da en estos lugares (en el cine)”, dijo Vilar.

Vilar cree que esta discusión es muy urbana ya que “en otros lugares el único entretenimiento es asistir a ver cine. Es algo que también le da una ventaja en el cine. Todas estas ventajas y lo que sucede en otros países: no creo que se vaya a terminar el cine, pero habrá cambios importantes”.

México de ser el cuarto lugar en venta de boletos de cine, pasó al octavo. “Pero en Japón o China, las caídas fueron menos significativas y esto se debe que allá no tienen la dependencia al cine americano. Esto nos muestra la necesidad de contar con el producto pequeño y mediano. Debemos quitarnos la dependencia al contenido americano”, resaltó la presentadora.

Necesitamos que Cinépolis, Cinemex cambien de parecer y tomen en cuenta otro tipo de cines y dejen de prestar atención solo a Disney, Warner…”, dijo Arturo Aguilar.

El tiempo en cines disminuyó: el promedio de tiempo de las películas en cine en 2013, era de 4 meses, en 2015 ya era de 3 meses. Con la pandemia esto bajó aún más.

“Para que puedas ir al cine, necesitas que alguien pueda producir una película, luego estabilidad para contar con un transporte que te lleve a verla con tus amigos, al salir de la función conversas con ellos sobre la película. Todo esto se ha roto radicalmente por pandemia”, dijo el director general de la Filmoteca UNAM, Hugo Villa.

Un poco sobre la mirada del libro

Dentro de la industria es mucho más complejo que pensar que las empresas son las “malas”, hay situaciones que cambian todo rápidamente. “Debemos complejizar la problemática, “se va a morir el cine”, siempre se creía que se iba a terminar con la llegada de una nueva tecnología. El cine lleva 120 años, solo es adaptarlo en los nuevos ecosistemas”, externó Arturo Aguilar.

El periodismo tiene que poner en discusión de manera más compleja lo que ocurre con el cine, así lo cree el autor del reportaje. “Necesitamos poner la realidad con datos, estadísticas, lo que dicen los involucrados, los que pagan por Netflix, por ver películas, quienes hacen las películas: aportaron un inicio de conversación”.

Es mucho más profundo que copiar modelos de producción y distribución de cine de otros países. “Si queremos ser como Francia o Corea aquí (en México), necesitamos estudiar toda la política completa, comprender que las leyes son diferentes y que televisoras como Televisa deben dar muchos fondos para cine independiente, pasarlos en sus pantallas… Es mucho más complejo”, agregó.

Las políticas públicas son la columna vertebral de lo que sostiene al cine para llegar a ser como Francia o Corea.

Después de la pandemia todo está en el aire, “es apasionante, podemos ver cómo cambian nuestros hábitos de consumo, saber de qué forma la industria tiene que adaptarse”, concluyó Arturo Aguilar.

El libro de Arturo Aguilar se puede consultar de manera gratuita en la www.filmoteca.unam.mx 

Por: Leslie Almanza / NCC Iberoamérica.