EE. UU.

Las partículas de aerosol en la vida real apenas se pueden ver. Es sólo una pequeña partícula suspendida en la atmósfera desde unos pocos días o desde hace varios años. Podría ser polvo de algún desierto, o sal del rocío del océano. Podría haber sido expulsada por un volcán, o creada durante un incendio forestal. Podría haber salido de la chimenea de una fábrica, o del escape de un camión.

Dependiendo de qué sea y dónde esté una partícula de aerosol puede hacer cosas importantes, cómo enfriar el planeta reflejando la luz solar de regreso al espacio o recolectando vapor de agua para construir una nube. Por otro lado, algunas partículas de aerosol atrapan la luz solar y calientan el aire, evitando así la formación de nubes.

Otros aerosoles pueden albergar reacciones químicas que dañan la capa de ozono. Y abajo, en tierra firme, incluso pueden causar problemas de salud como enfermedades pulmonares y cardíacas. Esa capa de contaminación atmosférica sobre las grandes ciudades, si contiene partículas de aerosol. Los aerosoles son diminutos y son poderosos.

La NASA los estudia con satélites e instrumentos en la Estación Espacial Internacional y con aeronaves especializadas y dispositivos terrestres. Porque cuando se trata de comprender el medio ambiente, nuestro clima y cómo está cambiando, las pequeñas partículas marcan una gran diferencia.

Por: NASA.