América Latina.

Las comunidades amazónicas son las más expuestas a la contaminación por mercurio, producto de la minería aurífera; y en monitoreos en población general, trabajadores y niños son los grupos más afectados por el plomo en América Latina.

Según una revisión de estudios realizados entre 2016 y 2021 y publicada en Current Opinion in Toxicology, los investigadores advierten sobre una alarmante falta de datos sobre el problema de la exposición a metales pesados en la región.

En el caso del mercurio, el consumo de pescado es uno de los principales factores para la intoxicación por este elemento, que llega a los recursos acuáticos derivado de la minería artesanal en la Amazonia. Las comunidades originarias están entre los sectores más afectados por esta contaminación debido a que sus dietas se basan en la pesca.

En habitantes de localidades colombianas amazónicas adyacentes a los ríos Caqueta, Cotuhe y Apaporis se detectaron niveles de mercurio en cabello de 17,3 μg/g (microgramo/gramo); 10,6 μg/g y 23 μg/g, respectivamente, todos valores por encima de 1 μg/g, umbral establecido por la Agencia de Protección Ambiental de EEUU y del 10 μg/g, nivel considerado alto. En Brasil, en territorio de la comunidad Yanomami, contigua al río amazónico Uraricoera, se detectó una media de 15,5 μg/g, entre otros casos de gran exposición.

“Hacen falta programas que impulsen la extracción aurífera sin mercurio, en especial en comunidades que ancestralmente han realizado estas actividades, e insistir en educación y salud ambiental, divulgando la problemática con sustento científico”, expresó Jesús Olivero Verbel, autor principal del estudio, de la Universidad de Cartagena (Colombia).

En relación con el plomo, en México, Brasil y Uruguay —aquellos con más estudios al respecto—, la contaminación se explica a partir de exposiciones a residuos electrónicos, reciclaje de baterías o a la elaboración de cerámica vidriada. La mala gestión de la basura, actividades industriales y el consumo de agua y comida contaminada son otras fuentes de intoxicación identificadas en la revisión.

Los mayores niveles de plomo en sangre se hallaron en recicladores de baterías de Ciudad de México, a quienes se les midió, en promedio, 69 μg/dL (microgramos por decilitro). Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU, a partir de los 5 µg/dl se considera que el nivel de este tóxico en sangre es alto.