México.

Todo lo que rodea al ser humano se compone de materia, que a su vez se construye de átomos formados por núcleos, protones y electrones. Si sales al parque y te tropiezas con una piedra, te darás cuenta que esta permanece sólida y estática. Sin embargo, en su interior las partículas que la integran se encuentran en constante movimiento.

La pregunta es: ¿cómo es que una piedra guarda su forma y no pierde sus propiedades, a pesar del desplazamiento de sus partículas? La doctora Ana María Cetto trabaja con un grupo de físicos mexicanos en el desarrollo de la teoría electrodinámica estocástica que busca responder a esta interrogación.

“Es porque de acuerdo con lo que hemos aprendido con mecánica cuántica, hay situaciones estables para los átomos que hacen que permanezcan prácticamente en su lugar, y que no se deshaga la materia; a pesar de todos esos movimientos internos que hay, como las agitaciones caóticas. Es una contradicción, pero para entender hay que investigar a fondo a qué se debe la estabilidad de la materia”, describió Cetto.

La electrodinámica estocástica es también conocida como la teoría del electrón, de acuerdo con ella la materia guarda una forma estática gracias a que existe un campo de radiación de punto cero conocido como el vacío electromagnético. El universo está permeado por la radiación electromagnética la cual interactúa con ese campo por la órbitas estables de los átomos y de las moléculas, estas reciben y ceden energía al campo, así hay una interacción entre campo y materia.

Si volvemos al ejemplo de la piedra, imagina que dentro de ella los electrones de los átomos giran en torno a su núcleo, lo que los hace perder energía; energía que pierden es liberada al vacío electromagnético que los rodea. Lo que sucede después es que ese vacío electromagnético les vuelve a imprimir su propia energía y les suma un carácter ondulatorio a sus movimientos, así con la energía perdida y la ganada se llega a un equilibrio, y el átomo adquiere una estructura estable y a su vez aleatorio.

“Lo más interesante es que las respuestas que estamos encontrando acerca de ese comportamiento cuántico, con lo cual deja de ser un misterio o un enigma, tienen que ver con el hecho de que la materia no está sola en el universo, está rodeada por campos electromagnéticos. El hecho es que el mundo cuántico es todavía un libro abierto en el que hay que escribir todavía muchas páginas, pero del que vamos a poder entender muchísimo en los años futuros”, finalizó Cetto.

Por: Karen Rivera/Canal 22.