Fuera de peligro, la calma regresa a la segunda Barrera de coral más grande del mundo ubicada en Belice. La UNESCO, luego de casi una década, la ha eliminado de la lista de patrimonio en peligro.

La falta de legislación para proteger la puso en alerta a la organización en 2009 que empujó al país a cambiar las reglas del juego bajo amenaza de quitarle el título de patrimonio mundial.

La pesca de mariscos eran fuente principal de ingresos para los pobladores, pero las prácticas cambian al fin de proteger el arrecife; Jenni Steines, cocinera en la zona, declara que ahora los ingresos provienen principalmente del turismo.

“Estamos contentos de que el gobierno y el pueblo decidiremos que el arrecife es algo que no podemos arriesgar“, cuenta Patrick Faber, viceprimer ministro de Belice.

Pero las amenazas no se terminaron para uno de los mayores ecosistemas marinos del Atlántico que ocupa unas 96000 hectáreas, la basura, los partidos de los cruceros y la sobre explotación turística siguen amenazando el desarrollo sostenible de la zona.

Para Nadia Blood, de WWF Belice, la clave está en educar a los turistas para que las acciones que permitieron salir de la lista de patrimonio en peligro, no sean en vano. Una lección que ahora debe superar la prueba del tiempo para que el arrecife no regrese la lista de la que con esfuerzo logró salir. (AFP)