Alemania.
Alister, un joven inglés de 18 años que trabaja como voluntario, está a punto de hacer algo inimaginable: ser infectado por la COVID-19. Y, además, hace campaña para que muchos otros colaboren en un gran experimento contra la COVID-19.
En los ensayos tradicionales, los voluntarios pueden no llegar a estar expuestos al virus. Sin embargo, con este experimento, los médicos buscan estudiar a los infectados en condiciones clínicas. Dentro de una habitación adaptada, los voluntarios pasarán la cuarentena con medidas especiales como la filtración del aire.
La compañía farmacéutica Hvivo desarrolla sus experimentos en el Reino Unido y está a punto de ser autorizada para realizar uno con la COVID-19. Para que el ensayo sea lo más seguro posible, se inocula en los voluntarios la carga viral mínima necesaria para contraer la enfermedad.
Este tipo de ensayos permiten a los científicos a conocer cómo actúan las vacunas, pero las pruebas les permiten aprender no solo cómo el virus reacciona ante el sistema inmune humano, sino también sobre las cargas viras, la capacidad de multiplicación del virus y las estrategias del cuerpo humano para derrotarlo.
Por: Deutsche Welle.
- Plumas NCC | Agroquímicos hasta en la sopa: ¿Fumigando en los bordes…? - octubre 28, 2025
- Plumas NCC | De los bucles de retroalimentación policial a la censura algorítmica - octubre 27, 2025
- Iván Carrillo recibe el Premio Eric y Wendy Schmidt 2025 por su excelencia en comunicación científica - octubre 27, 2025




