Guadalajara, México

Este 2020, el Premio de Literaturas Indígenas de América (PLIA) fue otorgado a la escritora y docente ch’ol del Estado de Chiapas, México, Juana Peñate Montejo. Dentro del marco de la Feria Internacional del Libro (FIL) se llevó a cabo la premiación de su obra poéticaIsoñil ja’al” (Danza de la lluvia).

El  PLIA es uno de los galardones literarios más importantes de América Latina. En los últimos 8 años ha promovido el reconocimiento de todas las obras escritas en las lenguas de los pueblos originarios del continente.

La ceremonia contó con la participación virtual de la Titular de la Secretaría de Cultura de Jalisco, Giovanna Elizabeth Jaspersen García, así como del Rector del Centro Universitario del Norte (CuNorte) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Uriel Nuño Gutiérrez.

En su mensaje de felicitación, Jaspersen celebró la selección poética sobre las demás estructuras narrativas. Aunado a ello, reconoció la importancia del género en las voces literarias originarias, siendo este el segundo galardón otorgado a una escritora. “Las mujeres de los pueblos originarios tienen una fuerza singular en sus voces para enunciar el mundo. Al inicio eran unas pequeñas gotas entre un mundo masculino; hoy estas gotas se han transformado en lluvia y han comenzado a bañarnos”, mencionó.

Por su parte, el Rector Uriel Nuño recordó que la convocatoria de este galardón recibió un total de 60 trabajos inéditos. Éstos correspondieron a 23 mujeres y 37 hombres de 9 países Latinoamericanos como Perú, Colombia, Argentina, Bolivia, Guatemala y México. Nuño puntualizó la urgencia de preservar estos espacios donde se reconoce el trabajo literario indígena; “La heterogeneidad lingüística del mundo es custodiada por una población significativamente pequeña.”

La palabra como un canto sagrado

Finalmente, el Presidente del Premio PLIA, Gabriel Pacheco Salvador, anunció que Juana Peñate ganó con la obra poética “Isoñil ja’al”, por ser un poemario que exalta el dolorido sentir de la muerte y sus rituales. No obstante, también nos ofrece un himno cómplice de vida a través de una sutil descripción poética. “Danza de la lluvia es una revelación en la poesía escrita en lenguas indígenas” determinó el lingüista wixárika y vocero del jurado dictaminador.

Luego de la entrega del galardón, la gestora cultural, locutora, traductora, docente y poeta Juana Peñate compartió un discurso bilingüe en ch’ol y español; “La comisura de mis labios tiemblan a nombrar a mis ancestros este día”, mencionó.

Peñate agradeció a aquellos lectores que la animaron a seguir escribiendo, así como a quienes compartieron su testimonio con ella, haciendo posible la escritura de “Danza de la lluvia”. “Ojalá que me sigan contando sus historias para seguir escribiendo y cantando a partir de ese dolor.”

La poeta hizo mención de que, a pesar de que el concepto de poesía no exista dentro de la cosmovisión ch’ol, la lírica poética se encuentra en su cotidiano, en la palabra y el canto sagrado y florido. “El ch’ol para mí es la milpa; para nuestros lingüísticas es “cuando germina la milpa”, pero yo escribo en ch’ol porque sé que vengo de ahí: del maíz”.

Montejo concluyó alentando a reivindicar los pueblos originarios  a través de la literatura, confiando en que este galardón siga estimulando a las mujeres, hombres, niños y jóvenes. “Que la poesía sirva, entonces, para hablar, denunciar y empoderar nuestro territorio, para decir nuestra palabra y verdad. Porque sin palabra no existe el territorio, y sin territorio desaparecemos.

Por: Miriam Jiménez / NCC Iberoamérica