Madrid, 28 julio 2018.-

El escritor, cineasta y periodista chileno Alberto Fuguet asegura que no se siente un autor «con demasiada imaginación», por lo que no se ve escribiendo historias «muy lejanas» a él.

«Soy lo ‘anti Macondo’ porque escribo de una América Latina urbana y en una época y gente parecida, cercana o ligada a mí mismo», explica en una entrevista con Efe en Madrid.

Fuguet (Santiago de Chile, 1964) ha presentado en España «VHS», una crónica autobiográfica de los años de su juventud, ambientados en el Chile de los años 70 y 80, un libro que define como un «viaje emocional sobre el despertar de las pulsiones sexuales» a través de su afición al cine y las películas.

«El cine fue clave en mi vida», afirma el escritor, que reconoce que en la época de su juventud, «la pantalla grande era una ventana hacia el mundo» y tenía «mucha fuerza» porque era la única «educación sentimental», ya que no existía Internet y las revistas «eran difíciles de conseguir».

Fuguet se crió en California y regresó con 11 años a Santiago de Chile, una ciudad desconocida para él que funciona en «VHS» (Random House) como escenario del desarrollo de su despertar sexual homosexual y también personal, a través de la experiencia que tuvo con el cine y películas de autores como Randal Kleiser, Rainer Werner Fassbinder o Brian de Palma.

«El libro funciona igual de bien para una persona heterosexual o gay y para alguien que vivió su despertar en una época diferente», declara Fuguet, pues, según el autor, alguien que se crió viendo cine en los años 40 o en los 90 también puede «conectar» porque «están presentes esos lazos carnales de fanatismo que te abren el mundo».

«Yo creo que no solo el cine sino la cultura pop, que incluye tele, series o música, es lo que hace que al final un adolescente se transforme en un adulto», explica Fuguet y añade que palabras como «gamer» (aficionado a los videojuegos) o «geeky» (friki) de la ciencia ficción o de las películas de zombies «dice mucho de la personalidad y de la forma de ver la vida de la gente».

«No quería hablar solo de por qué me atrae o me gusta esta película o de por qué admiro a tal actor, sino contar lo que ocurre detrás, es decir, si esta persona te excitaba, te caía mal o te recordaba a un momento personal», explica el autor, que describe en «VHS» su relación con películas «que muchas veces no tenían contenido sexual literal» pero que él deconstruía y en las que veía «ciertos mensajes».

Así, Fuguet menciona «El lago azul», una película de Randal Kleiser «aparentemente inocente» en la que según el chileno se mostraba el cuerpo masculino «como una especie de adonis», orientada a un público gay o también a Brian de Palma, uno de los realizadores a los que más admira, debido a su «particular uso de la cámara» y a «su capacidad para realizar escenas mudas».

«De Palma siempre tocaba temas sórdidos y oscuros. ‘Carrie’ era una metáfora increíble sobre ser adolescente y el personaje de Keith Gordon en «Vestida para matar» fue el gran ‘nerd’ de los 80″, afirma Fuguet, que en su libro retrata un erotismo que no solo se encuentra en la pantalla, sino también en la oscuridad de las butacas de las sesiones de cine para mayores de 21 años.

El autor viene de presentar su nueva película «Cola de mono» en el Festival OutFest de California, en la que también habla sobre estos temas: «Se trata de una película de terror que también juega un poco con el despertar sexual y con la idea de imaginar a De Palma filmando muchachos. En general en los 70 todo el cine giraba en torno a una mirada hetero y yo quiero darle una vuelta».

«Me gustaría pensar que mi cine es personal más que autobiográfico», asegura.

El escritor, que considera fundamental que el cine refleje diferentes colectivos, aplaude el éxito internacional que ha tenido la película chilena protagonizada por una transexual, «Una mujer fantástica», y considera que cada vez están saliendo más películas y series en las que este colectivo puede sentirse «visibilizado».

Sin embargo, Fuguet asegura que «falta muchísimo por hacer» en relación con los papeles o roles interpretados por actores realmente transexuales y ha mencionado la reciente polémica con la actriz Scarlet Johansson, que finalmente decidió rechazar el papel de una transexual debido a las críticas recibidas.

Por: EFE/José Carlos Rodríguez