Covina, Estados Unidos.

Cuando terminen las clases en la escuela secundaria de North View en Covina (Estados Unidos), Brisa García se graduará como la mejor de su clase, y en otoño irá a la universidad de California. Llegó siendo una niña desde México y será la primera universitaria de su familia. Historias como la de Brisa, no son comunes en el distrito escolar latino de este suburbio de los Ángeles.

Profesoras como María Corona, contribuyen al éxito de una clase de preparación especial para la universidad llamada AVID (Avance Vía Determinación Individual), la clase va dirigida específicamente a las minorías y es adicional al plan de estudios ordinarios. Es la misma profesora quien explica: “Enseñamos organización, a tomar notas, a hablar en público, por eso tenemos grupos reducidos. Les enseñamos a tener confianza”.

Es difícil saber cuántos estudiantes progresan y terminan la universidad, pero la tasa de graduación de secundaria entre los latinos es de 97 por ciento, una cifra que supera el promedio nacional (estadounidense) y que mejoró después de que el responsable de distrito, Richard Sheehan, introdujera estas clases en su distrito hace 11 años. En la escuela de secundaria

de North View, la clase de 2018 da un último vistazo a los obstáculos superados.Al mismo tiempo más y más latinos se matriculan en las universidades de todo el país. Muchos serán los primeros en hacerlo de sus familias. La mejora prueba que tras unos inicios difíciles las clases de AVID han llenado un vacío en el sistema educativo, ahora el programa está disponible en 47 estados.

Brisa y su escuela son un ejemplo para California y el Mundo, de que con decisión política los niños de familias inmigrantes y desfavorecidas también pueden alcanzar los mejores estándares escolares.

Por: DW