Colombia
Liz Cabrera trabaja como enfermera en Bogotá, Colombia. Lleva su uniforme con orgullo, sobre todo durante estos tiempos difíciles, pero en las últimas semanas, ser claramente reconocible como personal médico la ha convertido en blanco de actos discriminatorios.
Liz cuenta que tuvo la necesidad de acudir a una institución bancaria, pero el personal del establecimiento se negó a atenderla argumentando que no se le podía brindar los servicios, ya que ella pertenece al personal de la salud y podría estar infectada de COVID-19.
Desde que la pandemia llegó a Colombia, se generó el fenómeno de la estigmatización social en contra del personal médico, como autobuses que no se detienen para subirlos ysupermercados que les niegan la atención.
En Bogotá se registró una agresión física contra una enfermera entre acusaciones de estar infectando a la población, por suerte estos casos son aislados, pero cualquier discriminación aumenta la presión sobre aquellos que cargan el mayor peso de la pandemia.
Pero también existen muestras de gratitud, que le dan a Liz fuerza para seguir con su trabajo; la enfermera cuenta que tomó un taxi y al llegar a su destino el chofer tuvo la amabilidad de no cobrarle e incluso le dio las gracias por ser parte del personal médico que está al frente de la lucha contra la COVID-19.
Por: DW
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