Río de Janeiro, Brasil.

La primera ola de casos de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) en Sudamérica durará hasta octubre. Al llegar el verano a la región implicará una menor transmisión del virus, según un estudio de la brasileña Universidad Federal Fluminense (UFF) difundido por la Agencia Brasil.

La COVID-19 sigue la misma temporalidad que otras enfermedades respiratorias como la H1N1 y la gripe; por lo que a partir de octubre habrá una disminución de casos en coincidencia con la llegada del verano, en tanto que el hemisferio norte comenzará a tener más contagios, indicó la UFF en su investigación «Detección Precoz de la Temporalidad y Predicción de Segundas Olas de la Pandemia de la COVID-19».

Agregó que fue posible verificar los picos de la COVID-19 en menos de un año debido a la cantidad de información producida en el mundo durante la pandemia; y se comprobó la repetición de la temporalidad constatada en la pandemia de la H1N1 en 2009.

«La temporalidad de las enfermedades significa que existe un padrón anual donde hay un momento del año en el que la enfermedad tiene una transmisión mayor», explicó el profesor de la UFF y coordinador del estudio, Márcio Watanabe.
Agregó que «en el caso de las enfermedades de transmisión respiratoria, generalmente presentan una temporalidad típica del periodo de otoño e invierno, o sea, tienen una transmisión mayor; y por lo tanto, una cantidad mayor de personas infectadas en este periodo».

Segunda ola en el norte

Según Watanabe, los modelos matemáticos muestran que la segunda ola en el hemisferio norte será mucho más fuerte que la primera.

«La tendencia es que esta segunda ola en Europa y en Asia será mayor para muchos países que la primera ola, porque el periodo de transmisión allá es de septiembre a marzo y la primera ola comenzó a finales de febrero, ya en el final del periodo estacional, y fue interrumpida», comentó.

De acuerdo con el profesor de la UFF, si en Sudamérica y Brasil hay una segunda ola, será a partir de marzo de 2021 y de menor intensidad.

«Por varios factores. Probablemente, sobre abril ya tendremos una vacuna disponible y teniendo una vacuna probablemente no tendremos una segunda ola. Y si la hay, seguro que será menor que la primera, porque ya tuvimos un brote muy grande en Brasil, que duró de marzo hasta ahora, con un número significativo de casos, por lo que la tendencia es que la próxima ola sea menor que la primera», agregó.

Watanabe resaltó las medidas de restricción de movilidad y aislamiento social como factores muy importantes contra la COVID-19 y alertó que las medidas de flexibilización pueden elevar el contagio.

«La estacionalidad ayuda a reducir la transmisión, pero si se flexibilizan las medidas restrictivas, habrá una fuerza empujando para arriba y otra para abajo. Entonces, es importante que las medidas sean tomadas con planeación y responsabilidad», añadió.

Por: Xinhua