Berlín, 16 jul.-

La producción agrícola en Latinoamérica debe evitar el uso indiscriminado de fertilizantes granulados y sales solubles, entre otras sustancias, ya que son productos que los países del primer mundo han dejado de utilizar por el deterioro que provocan a los suelos.«Los países del primer mundo los están dejando cada vez más en el olvido, por dañinos, y nosotros en Latinoamérica los seguimos utilizando por intereses económicos de compañías muy grandes que a eso se dedican», dijo hoy en Berlín el doctor Luis Alberto Lightbourn, director de la empresa mexicana de biotecnología Bioteksa.

Lightbourn, quien participó hoy en el Congreso Mundial de Biotecnología 2018 en Berlín, señaló que México es un país subadministrado, desde el punto de vista agrícola y muy retrasado en la cuestión de innovación tecnológica aplicada al campo.

«Si nos ponemos a ver toda la evolución tecnológica que se está aplicando en México y en América Latina vemos que son sistemas de alta tecnología pero siguen utilizando los mismos productos para nutrir las plantas que se utilizaban en el siglo XVII sólo que ahora son más solubles pero son las mismas cosas y eso es lo que tiene que cambiar. Tenemos que dejar de echar a perder el suelo», opinó.

Agregó que en Europa están muy abiertos a la innovación, situación que desea ocurra en México y en América Latina.«Ojalá estuviéramos abiertos a este tipo de actitudes, de quitarnos los miedos para dejar de hacer lo que hemos estado haciendo durante muchos años y abrirnos a una ventana, a un cambio de mentalidad para ponernos a la par con el resto del mundo porque si no, nos vamos a quedar atrás», apuntó.

Destacó que con producciones de maíz, frijol y otros básicos, México y los países de la región «no vamos a salir adelante».»Nosotros tenemos que incorporarnos a parte del mercado de básicos, a los mercados de alta exportación porque los dólares, euros y libras hacen mucha falta en México y en la región», dijo.

Explicó que en algunos países del primer mundo, sobre todo en Europa, la producción de alimentos es considerado un asunto de seguridad nacional «y nosotros por desgracia no lo tenemos considerado de esa forma».

«Lo primero que han hecho los europeos es dejar de hacer lo que estaban haciendo y con ello están transformando la mentalidad agrícola y agrológica en Europa y nosotros tenemos que evolucionar en ese sentido», explicó Lightbourn aunque en ello, dijo, se «toquen muchísimos intereses económicos» de grandes compañías.

Subrayó que esas compañías están obligadas a cambiar, a adaptarse a las circunstancias, a no contaminar y no hacer más daño en el suelo «o definitivamente tenderán a desaparecer».

El experto señaló que los productos mexicanos y latinoamericanos «que sigan llenos de nitritos, nitratos, cloritos, cloruros y todas esas cosas, no van a ser exportables, no van a poder salir de los países porque en el primer análisis que les hagan en cualquier país de Europa los van a echar para atrás».

En su intervención, Lightbourn explicó que las sales son el principal enemigo del suelo y de los mantos freáticos «si seguimos utilizando cada vez más sales solubles o intrasolubles o como les quieran llamar lo único que estamos haciendo es envenenando cada vez más el hábitat natural donde se produce la comida».

Dijo que la actual agricultura tienen que pugnar por transformar completamente los sistemas de producción.

«Tenemos que dejar de hacer lo que estamos haciendo, no hacer daño, no estorbar la dinámica propia de la vida del suelo, no ponerle tantos estorbos como fertilizantes, plaguicidas, que se están utilizando ahora», señaló.

«(Esas sustancias) son un veneno continuo y son un gran negocio, ese es el grave problema y donde la mentalidad del marketing debe enfrentarse contra la mentalidad de la ética, la producción agrológica con ética y con conciencia», precisó.

Lightbourn, quien presentó la ponencia «Conjunto de transcriptoma para la identificación de genes y descubrimiento de marcadores moleculares en Capsicum annuum L (pimiento morrón) expuesto a irradiación UV-B de alta intensidad», recordó que todas las investigaciones de su Instituto y la línea de producción en Bioteksa están dirigidas hacia la epigenética, es decir, hacia la no modificación de organismos genéticamente.

EFE