WashingtonEstados Unidos. 

Decenas de miles de jugadores, de «mineros» de bitcóin y de empresas participan en un esfuerzo sin precedentes de unión de recursos informáticos para acelerar la búsqueda de tratamientos contra el nuevo coronavirus.

«Es un remedio fantástico contra la sensación de indefensión que tenemos en este momento», dice entusiasmado Pedro Valadas, un abogado de Portugal que coordina una comunidad en línea de 24.000 fanáticos de la informática y los videojuegos que colabora con la causa.

El proyecto «Folding@Home«, organizado por biólogos informáticos, conecta miles de máquinas entre sí para crear un superordenador virtual.

Se considera el ordenador más potente del mundo, capaz de efectuar billones de cálculos por segundo, que deben ayudar a entender la estructura del virus.

Más de 400.000 personas ya han descargado la aplicación para compartir datos y recursos informáticos estas últimas semanas, según Greg Bowman, profesor de bioquímica y biofísica molecular en la Washington University de San Luis, en Estados Unidos, donde es centralizado el proyecto.

«Muchos de nosotros han sufrido o visto a personas cercanas sufrir. El hecho de que desde casa, con tu ordenador, puedas hacer algo para ayudar en la lucha contra la enfermedad, por el bien común, es verdaderamente motivador», comenta Valadas.

– Cloroquina –

El proyecto nació en la Universidad de Stanford, en Silicon Valley, hace 20 años. Consiste en juntar capacidades de cálculo informático para realizar simulaciones a gran escala sobre enfermedades y específicamente sobre el proceso de «plegamiento de proteínas«, que incide sobre la mortalidad en ciertos patógenos.

«Las simulaciones nos permiten observar cómo cada átomo evoluciona», explica Bowman.

Los investigadores quieren encontrar unas especies de «bolsas» en el virus, donde puedan ser insertadas moléculas terapéuticas para desarmarlo.

Bowman tiene confianza en este método de concepción de medicamentos a través de la informática, porque ya dio frutos con el ébola y porque el nuevo coronavirus tiene una estructura similar a la del virus del SARS, que ha sido objeto de numerosos estudios.

«Si encontramos que una molécula ya existente puede alojarse en una de estas ‘bolsas’ (…), podremos también utilizarla» para diseñar un tratamiento, explica.

Entre las moléculas existentes que están estudiando, cita la cloroquina, usada en el tratamiento contra la malaria y potencialmente eficaz en la lucha contra el nuevo coronavirus.

– Como el bitcóin –

El proyecto «Folding@Home» ha permitido llevar las capacidades informáticas de ese superordenador virtual a 400 petaflops -un petaflop corresponde a miles de millones de cálculos por segundo-, lo que lo hace tres veces más potente que los mejores superordenadores del mundo.

«En principio, no hay límite a la potencia de cálculo que nosotros podemos utilizar», asegura Bowman.

No importa si se tiene un ordenador que no sea de última generación, incluso una consola de PlayStation puede contribuir, si se instala la aplicación. Muchas grandes empresas participan, como GitHub (Microsoft), un servicio de alojamiento web.

«Es como fabricar bitcoines, pero al servicio de la humanidad«, resume Quentin Rhoads-Herrera, de la sociedad de ciberseguridad Critical Start, que proporciona un ordenador especialmente diseñado para desencriptar las contraseñas utilizadas en el proyecto.

El fabricante de procesadores y tarjetas de video Nvidia llamó de su lado a los usuarios de videojuegos a participar. Muchos fanáticos están bien equipados en potencia de cálculo, para tener un buen rendimiento visual y de audio.

«La respuesta ha sido extraordinaria: decenas de miles de personas se han sumado al proyecto», dice Hector Marinez, portavoz de Nvidia.

Otros superordenadores son utilizados en proyectos similares. El Oak Ridge National Laboratory se sirve por ejemplo de la mejor supercalculadora del gigante estadounidense IBM.

A comienzos de marzo, ese laboratorio anunció haber identificado 77 compuestos potenciales que podrían vincularse a la principal proteína del coronavirus para desarmar el patógeno.

Por:  | AFP | Rob Lever