Quito, Ecuador

El Sistema Ecuatoriano de Gestión Integral de Neumáticos Usados (Seginus) retiró más de 15 mil llantas que estaban en dos de las islas del archipiélago de Galápagos como parte de una iniciativa para tratar de mantenerlo lo más limpio posible.

Las llantas, que han sido trasladadas a Guayaquil para su reciclaje, han sido recolectadas de rellenos sanitarios y distintos sitios en Santa Cruz y San Cristóbal.

«El total reciclado equivale a un edificio de cinco pisos», agrega la nota, que destaca que se trata de un residuo que «puede tardar más de 500 años en descomponerse».

Seginus es el primer sistema colectivo sin fines de lucro que articula una cadena de reciclaje de neumáticos usados, con el fin de alargar el ciclo de las llantas transformándolas en energía, pisos o material para artesanos, entre otros usos.

«El país debe sentirse orgulloso de este logro convertido en realidad, gracias a un esfuerzo interinstitucional de ecuatorianos. Hoy alcanzamos algo histórico: proteger más a Galápagos, que no solo es una provincia insular, sino que es Patrimonio Natural de la Humanidad», enfatizó José Javier Guarderas, director ejecutivo de la ONG en un acto en Puerto Gal, al sur de Guayaquil.

Seginus encabezó la iniciativa junto al Ministerio del Ambiente, los gobiernos locales de Santa Cruz y San Cristóbal, el Consejo de Gobierno de Galápagos, las empresas Panismar y Trasnave y otras instituciones locales del sector público y privado.

La acumulación de neumáticos en esas y otras islas resta un «espacio vital» a las especies que conviven en ellas, además de contaminar la atmósfera en caso de incineración o polución por degradación química de sus componentes, que acaba llegando a fuentes de agua y vegetación.

Por: EFE