La Inteligencia Artificial y la realidad de las emociones en el audiovisual

Guadalajara, México 

Actualmente, la inteligencia artificial es uno de los recursos tecnológicos más recurrentes dentro del campo audiovisual y cinematográfico. Sin embargo, su eficiencia continúa limitada a un auxiliar técnico, conservando el peso de narrativa creativa en el recurso humano.

Este y otros temas fueron parte del debate en el tercer programa de la 29° edición de TVMorfosis, «Inteligencia artificial en el consumo audiovisual: el inicio de una profunda inmersión en las narrativas«. El él, tomando a la IA como eje central de esta edición, se analizó la tecnología y sus campos de oportunidad en los relatos audiovisuales.

El programa contó con la participación de José Ángel Soto, Carlos Gutiérrez y Max Eluard, reconocidos en el campo de la cinematografía, la animación y producción latinoamericana.

Carlos Gutiérrez es director de cine mexicano y fundador de Metacube, productora que recientemente estrenó la película de animación «Día de muertos«. En su intervención mencionó que el nacimiento de la Inteligencia Artificial tuvo sus inicios en los videojuegos, creando escenarios hasta entonces improbables de recrear.

Por su parte, Max Eluard, director de TV Unifor,  reconoció las facilidades que las tecnologías aportan en el área de producción cinematográfica. Sin embargo, el productor brasileño enfatizó que «el alma de las historias reside en la imaginación humana».

Soto reconoció las facilidades de la IA sobre aspectos de análisis de audiencias, pero puntualizó que el éxito audiovisual siempre se encuentra en la narrativa . Con respecto a ello, Gutiérrez Medrano mencionó que “La inteligencia artificial debe utilizarse como una herramienta, pero no como una solución».

Finalmente, se debatió la responsabilidad de las audiencias dentro del consumo audiovisual, así como de los verdaderos retos del futuro cinematográfico. «La tecnología, como cualquier herramienta, no es buena ni mala, sino que depende de las formas en las que la manejamos» concluyó Eluard, «Lo que nos queda es ser verdaderamente creativos y humanos.»