SaranskRusia | AFP

Árbitros que se echan atrás en sus decisiones, unas jugadas revisadas en vídeo y otras no, récord de penales… El discrecional uso del VAR en las dos primeras semanas de Mundial ha vuelto a colocar al sistema de videoarbitraje en el centro de los debates futboleros.

Aquellos que pensaran que con la implantación de VAR se acabarían las polémicas en el apasionado debate futbolístico estaban equivocados y el gesto de jugadores y técnicos de dibujar un rectángulo en el aire cada vez que reclaman una jugada se ha vuelto ya en una de las imágenes del torneo.

El desenlace del Grupo B el lunes por la noche, que cambió por completo en tres minutos con el uso del videoarbitraje, ha echado más leña al fuego en la polémica que llevaba varios días cociéndose, con decisiones no siempre bien entendidas por los protagonistas y aficionados.

– Decisivo en el desenlace del Grupo B –

Lunes por la noche en Rusia. Alrededor de las 22h45 locales (19h45 GMT). Se define el Grupo B y en esos momentos, Portugal, que gana 1-0 a Irán, es primera de la llave, tiene que enfrentarse a Rusia en octavos y va por el, a priori, camino más fácil del cuadro mundialista.

Apenas unos minutos después todo ha cambiado. España empata in extremis contra Marruecos (2-2) con un gol de Iago Aspas concedido tras consulta del VAR, después de que el árbitro lo hubiera anulado por fuera de juego del delantero español, e Irán empata contra Portugal con un penal por una mano de Cedric Soares, que vieron los asistentes de video. Los campeones de Europa pasan como segundos y chocarán contra Uruguay en octavos.

Tras la locura vivida en Kaliningrado y Saransk, no es de extrañar que el delantero marroquí Nordin Amrabat espetase ante las cámaras «¡El VAR es una mierda!«, pese a que su seleccionador Hervé Renard admitiese que el tanto de Aspas era válido, o que el seleccionador de Irán Carlos Queiroz insista que «el VAR no funciona». E incluso que el defensa portugués José Fonte asegure que «muchos no están contentos porque está creando confusión«.

El más crítico, no obstante, fue Queiroz, que considera que su equipo ya había sido perjudicado contra España. Pidió una tarjeta roja por un supuesto codazo de Cristiano Ronaldo, quien recibió una amarilla.

Pero el VAR también determinó un penal a favor de Portugal que falló Cristiano Ronaldo.

El técnico portugués se quejó de la discrecionalidad de su uso, ya que los iraníes reclamaron un par de penales que el paraguayo Enrique Cáceres ni siquiera se molestó en consultar las imágenes.

– ¿Quién toma las decisiones? –

«Tengo derecho a saber quién toma las decisiones. El árbitro se lava las manos como Pilatos y los de arriba (los asistentes de video) no quieren tomar las decisiones por el árbitro», se quejó tras el partido.

Lo que Queiroz no entiende, y muchos aficionados tampoco, es quién decide qué jugadas se revisan. En el Brasil-Costa Rica (2-0), el colegiado rectificó y no concedió un penal después de que las imágenes revelasen un piscinazo de Neymar.

En cambio, en los partidos Suiza-Serbia (2-1) y Alemania-Suecia (2-1), balcánicos y nórdicos reclamaron dos caídas de sus delanteros Aleksandar Mitrovic y Marcus Berg y los colegiados ni siquiera consultaron las imágenes de televisión… cuando como poco los contactos existieron.

También se cuestiona que se continúe tras una jugada polémica y los árbitros tarden en ocasiones varios minutos en tomar la decisión final. ¿Qué ocurre si hay un hecho decisivo, como un gol o una expulsión, mientras el juego continúa y el VAR obliga al árbitro a rectificar una decisión que está en el origen de su decisión posterior?

El VAR, que hace su gran presentación en este torneo, tras varios años de pruebas, amenaza con convertirse en el protagonista de la competición. De momento ya se ha batido el récord de penales señalados en una Copa del Mundo… ¡cuando aún no se ha acabado la primera fase!

La FIFA y los defensores del VAR aseguran que con este sistema se acabarán errores qarrafales que pasaron a la historia, como el gol con la mano de Maradona a Inglaterra en 1986, la clasificación de Francia para 2010 con otra mano frente a Irlanda, por no volver al polémico gol que dio el triunfo a Inglaterra en el 1966.