Quito, Ecuador.

Expertos ecuatorianos estudian una osamenta de unos 750 años de antigüedad hallada por casualidad el 23 de junio mientras se realizaban trabajos de limpieza en los bordes de una carretera  a 90 kilómetros de distancia de Quito, la capital del país, y que perteneció a la cultura caranqui.

En una excavación estratigráfica dos días después hallaron casi completo el esqueleto que, según los análisis, perteneció a una mujer de entre 20 y 35 años, de 1,50 metros de estatura, y miembro de la cultura caranqui, del período de Integración Tardío (1250-1300 aproximadamente d.C).

El esqueleto hallado estaba en posición fetal y en buen estado de conservación, por lo que podrá soportar análisis a nivel de antropología física y también genéticos, no obstante, le falta el brazo izquierdo, las tibias, los peronés y los falanges de los pies, que se presume se perdieron «cuando hicieron la carretera», según Andrés Mosquera, arqueólogo del Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP).

Por: EFE.