La población de abejas en el planeta está disminuyendo por el cambio climático, la agricultura intensiva, las plagas y los agroquímicos, pero en Cuba estos polinizadores parecen tener un paraíso.
En los montes de la provincia de Matanzas, en el Oeste de la isla, las abejas tienen una dieta rica en flores silvestres y producen una miel de gran demanda en Europa. Privada de recursos, en parte debido al embargo económico de Estados Unidos, Cuba comenzó a desarrollar biofertilizantes y biopesticidas, reduciendo a niveles muy bajos el uso de agroquímicos.
Por decreto, todos los apicultures cubanos con más de cinco colmenas están obligados a vender sus productos a la empresa estatal APICUBA que a cambio les da combustibles, equipos e insumos a precios subsidiados.
La Isla produjo ocho mil 800 toneladas de miel en 2018, mil 300 más de lo planeado por APICUBA. De ese total, mil 900 toneladas fueron certificadas como “miel orgánica”. La miel cubana se vende en España, Francia, Alemania, Gran Bretaña y Suiza. Las autoridades planean abrir nuevos mercados en Arabia Saudita y China.
Por: AFP
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