Un hermoso palacete es la cuna de los famosos habanos Cohiba, símbolo de distinción caribeña.

La sede de la fábrica de tabaco fue construida cerca de un lago natural hace muchos años por una adinerada familia cubana, donde sus descendientes han generado tradición en este lugar.

El inmueble cuenta con una pequeña escuela donde hijos y nietos de torcedores aprenden el oficio durante nueve meses para después ser profesionales del torcido de la propia industria. Con poco más de 200 trabajadores, este lugar produce anualmente dos millones 400 mil habanos para la marca Cohiba, la más cara y exclusiva que se produce a mano dentro de la Isla.

El secreto de la gran calidad de estos habanos radica en una fermentación adicional en barriles de roble. Otro secreto es el de conformar las ligaduras, mezcla de las hojas con que más tarde se hacen los habanos.

Las ligaduras pasan a la sala de torcido donde los torcedores, en su mayoría mujeres, se encargan de elaborar los puros que más tarde pasan a ser probados en las “máquinas de fumar”.

Por: XINHUA