Alemania.

Esperar un vuelo retrasado es muy engorroso. En el aeropuerto de Frankfurt, se está utilizando la inteligencia artificial para mejorar la puntualidad de los vuelos. La idea es agilizar las maniobras de estacionamiento, donde a menudo se producen retrasos.

Por medio de cámaras, la IA identifica cuándo empiezan y cuándo terminan procesos como descargar equipajes, repostar y el catering, entre otros. Son procesos complejos que toman de media hora a dos horas, dependiendo del avión.

Lena Lufschitz, de la compañía aeroportuaria Fraport, está a cargo de la digitalización. La inteligencia artificial pretende aportar transparencia en los procesos. 

“De momento, el proceso de cambio todavía nos plantea incógnitas. Muchos de los datos que tenemos se generan manualmente. Una persona aprieta un botón y dice: «Estoy en posición», pero muchas veces lo hace más tarde, pues tiene que priorizar su trabajo”, comentó una ingeniera. 

No lejos de allí, 0G, una filial de Lufthansa, recopila los datos. El director general, Manuel von Esch, y su equipo han desarrollado la inteligencia artificial. Las aerolíneas están muy interesadas en optimizar los tiempos. Una tripulación en tierra no genera dinero. Ahora es posible monitorear todos los procesos. 

“Mediante el uso de la IA, todas las partes implicadas en el proceso saben lo que está sucediendo en cada momento, así que pueden intervenir si ocurre algo no deseado y que podría provocar retrasos o situaciones peligrosas. También disponen de los datos en tiempo real”, relató un ingeniero. 

La terminal alberga también el centro de control para las operaciones en tierra. Jan Hoffman y su equipo monitorean un total de ciento ochenta posiciones. Hasta ahora, la IA opera en solo cinco posiciones. Hoffman se mantiene ocupado observando los procesos en sus monitores. Si algo se sale del plan, él interviene.  La tripulación de un avión que debería de despegar no se ha reportado.

“Revisé el panel de control para ver cuál podría ser el problema y vi que el equipaje no se había cargado por completo. Llamé al encargado de la asistencia en tierra y le pedí que viera qué pasa”, explicó un ingeniero.

Si en esa posición ya hubiera cámaras con IA, el problema se podría haber detectado antes. Es por eso que se planea equipar veinte posiciones con cámaras de este tipo. Los preparativos en este aparcamiento están cerrados y este avión de Cóndor está listo para despegar.

Lena Lufschitz está satisfecha con la IA. El aeropuerto de Frankfurt planea ampliar su uso para todos los puestos.