Guadalajara, Jalisco
La FIL 2025 fue testigo de una charla que combinaba la ciencia y el arte, esta fue impartida por el escritor Javier Sierra y la presidenta del Consejo Internacional de Museos para México, Gabriela Gil, en esta se dialogó sobre cómo el arte también necesita de la ciencia.
El escritor español Javier Sierra, reconocido por integrar historia, astronomía y misterio en sus novelas, abrió la conversación invitando al público a observar el arte desde una mirada científica. Señaló que, en obras exhibidas en museos de todo el mundo, pueden encontrarse claves matemáticas, referencias astronómicas y símbolos que revelan intenciones ocultas de los artistas.
Usó como ejemplo “Las meninas” de Velázquez, señalando como han sido descubiertos a través de la ciencia factores que le dan un significado histórico. Desde la posición de la luz, hasta la composición visual, etc.“No es una escena doméstica. Es un artificio del Estado para que haya una continuidad en la corte de España” comentó Javier Sierra.
Para comprender mejor cómo es que la ciencia ha estado ligada al arte desde siglos atrás, María Emilia Bayer comenta que hay que mirar a la ciencia no con una perspectiva contemporánea sino entendiendo que en esa época no existía la palabra“ciencia” sino que eran conocimientos que pocos tenían acceso. Aquellas personas que dedicaban su vida a la búsqueda de respuestas a través del conocimiento cuyas áreas de estudio abarcaban la astronomía, la astrología, la alquimia, las matemáticas, etc.
También es importante resaltar que la ciencia actual nos ha ayudado a restaurar, o encontrar maravillas ocultas en el arte. Gabriela Gil empezó su intervención agradeciendo por el espacio que se le fue brindado en la FIL y a su compañero de mesa para después hacer mención del libro “El plan maestro” de Javier Sierra. Comparte que para ella este libro la hizo ir a la interdisciplina como un concepto más moderno.
Ella explicó como anteriormente se tenía el concepto de “cruces” entre distintas ramas del arte, concepto que fue resignificado en la época contemporánea empezando a usarse la“interdisciplina” para sustituir al anteriormente mencionado, haciendo especial énfasis en “el arte de la investigación” que es fundamental para comprender otros tipos de arte como son el rupestre, contemporáneo y renacimiento.
Después de que ambos exponentes hablarán sobre la correlación entre la ciencia y el arte, se abrió un espacio de diálogo con el público, en donde se preguntó por un caso ocurrido años atrás con un descubrimiento de la Mona Lisa y su réplica. Javier Sierra nos explica que hace unos años se descubrió que la réplica de la Mona Lisa que se encuentra en el museo del Prado en Madrid al ser expuesta a rayos x tenía un fondo de paisaje muy parecido al original que había sido tapado, pero también tenía cada uno de los errores corregidos del original.
Finalmente, pudieron concluir que probablemente el que se encuentra en Madrid era el cuadro que le encargaron a Da Vinci y el que se encuentra en Louvre, el que conservó Da Vinci para sí mismo. María Emilia Bayer cerró la mesa agradeciendo a los participantes y a los exponentes por haber acudido a la plática y por su participación activa en esta dejando un dilema sobre si la ciencia nos ayuda a ver el arte o si lo extrae de su origen arrebatándole su propósito inicial quitándole la “emoción” con la que fue creada.
Por: Regina Mendoza / NCC Iberoamérica
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