Cholita tatuadora rescata identidad andina con arte urbano

Bolivia.

El cabello recogido en dos trenzas, una amplia pollera, botines y un corsé negro son parte del atuendo de la boliviana Daniela Artemis, la cholita tatuadora que decidió vestir como sus bisabuelas, pero con un estilo roquero gótico y homenajear con su trabajo artístico a las mujeres aimaras y quechuas en Bolivia.

Su nombre artístico es Daniela Artemis, por la diosa griega que además combina con el arte que ella realiza.

En su familia, las que vestían polleras fueron sus bisabuelas, una costumbre que fue dejada por las siguientes generaciones, pero que la artista de veinticinco años, nacida en La Paz, quiso rescatar al haberse criado en el campo. 

“Yo al momento de ver a las personas y a dos personas que me apoyaron mucho que son de pollera, he hecho homenajes a ellas, diseños de tatuajes. Lo que yo quiero es más que todo mostrar la cultura del tema de la cholita paceña afuera, al exterior, ya sea en otros países, incluso en nuestra misma ciudad, pero destacando, ya que muchas veces antiguamente se veía un poco mal el tema de la señora de pollera tanto en la ciudad, más era como que solo en el campo”, acentuó Artemis. 

Un sueño en el que ya lleva cuatro años, tres bajo la guía de sus maestros y uno como tatuadora independiente. El interés por los tatuajes y las modificaciones corporales le surgió desde niña y contó que una de sus inspiraciones es la mexicana María José Cristerna, la mujer vampiro. 

“Aquí en las convenciones llegamos a ver diferentes tipos de artistas de otros países. Entonces, que ellos puedan conocer este tema del arte, porque es como que te miren: «Y esta vestimenta y esto, ¿de dónde es?», se pregunta. En homenaje a esas personas, intentando también rescatar la cultura de lo que yo tenía antes es el tema de la pollera”, subrayó Artemis.

Daniela Artemis trabaja actualmente en el estudio Hamui, en el barrio de San Pedro, cerca del centro histórico de La Paz. Los diseños que ofrece a su clientela son un homenaje a la cultura andina e incluye retratos tradicionales de mujeres aymaras.

Daniela Artemis aspira a tener su propio estudio, que sus diseños sean reconocidos dentro y fuera de Bolivia y considera que sería muy hermoso llegar a ser una inspiración más para otras chicas de pollera.