Perú.
En las zonas altas y áridas de los cerros de Lima, donde muchas comunidades no cuentan con acceso al agua potable, desde hace más de veinte años se utiliza un ingenioso sistema llamado atrapanieblas. Estas estructuras, formadas por mallas, capturan y condensan la niebla que cubre la ciudad en invierno, convirtiéndola en agua.
Gracias a este método, cientos de familias humildes pueden cubrir sus necesidades básicas de consumo e higiene. Este ingenioso y accesible sistema de captación hídrica es una red para atrapar el agua del húmedo clima que caracteriza a Lima durante la época invernal. No consume, no contamina, cuesta poco y proporciona agua a más de sesenta mil familias que, de lo contrario, deberían obtener a altos precios en camiones cisterna.
“Ya tenemos cuatro mil novecientos cuarenta y cinco atrapanieblas hasta el momento instalados en distintas partes del Perú y casi en Latinoamérica. Entonces, este es un sistema que capta el agua de la neblina o de la lluvia horizontal, las cuales hacen posible captar de doscientos hasta cuatrocientos litros de agua al día”, habló Abel Cruz, ingeniero industrial y presidente fundador de Peruanos sin Agua
Desde 2004, los atrapanieblas de Abel Cruz recorren la cresta de cerros en torno a la capital peruana, recogiendo el agua que las nubes generan tanto de día como de noche. La última instalación abastece a doscientas treinta familias y se ubica en el asentamiento de Lomas Verdes, en Villa María del Triunfo, en el suroeste de la capital.
Treinta lonas de unos tres metros de alto se alzan a la espera de condensar mediante sus orificios las partículas de agua y microgotas que trae la niebla desde el océano Pacífico. Una vez que tocan la malla, el agua gotea hasta la base, donde una fila de canaletas la recoge y, por una manguera, la conecta a tanques contiguos de dos mil quinientos litros.
Con este proyecto, Abel Cruz continúa un sueño que desde niño perseguía desde su Cuzco natal. Desde los siete años, se encargó de resolver la falta de agua, ya fuera cargando con ella o recolectando la lluvia, y ha sido con esa visión que ha forjado este taller como su propósito de vida.
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