Ecuador.

Los primeros mil días de vida son decisivos para la salud de una persona, por ello es importante cuidar aspectos como la alimentación.

“Bueno, los primeros mil días de vida tienen un enfoque muy importante en cuidar aquellos hábitos que van a perdurar a lo largo de la vida. Existe evidencia que demuestra que los primeros mil días de vida con una limitación de azúcares procesados va a evitar desarrollar enfermedades metabólicas, va a evitar desarrollar obesidad, va a evitar desarrollar también lo que es diabetes mellitus tipo 2”, detalló la médico, María José Romero.

Un estudio publicado en la revista Science sugiere que limitar el consumo de azúcar en los primeros mil días de vida, desde la concepción hasta los 2 años, mejora el desarrollo cerebral, fortalece el sistema inmune y reduce en un 35% el riesgo futuro de diabetes tipo 2.

Según Neurology Advisor, estudios en humanos sugieren que más azúcar en el embarazo y la primera infancia pueden relacionarse con peores resultados, pues el exceso de azúcar cambia la estructura y la correcta función cerebral.

La parte neurológica, déficit de atención, niños que tienen bajas notas en sus actividades académicas, pero más allá de una baja nota es que la razón y  la parte de procesamiento de funciones intelectuales superiores están disminuidos en este tipo de pacientes”.

A nivel general, muchas funciones del organismo también se ven alteradas, por lo que los problemas de salud se incrementan.

“La excesiva cantidad de azúcar es muy clara. Primero, si hablamos por aparatos, el aparato digestivo va a condicionar a nivel de la parte dental, caries, trastornos de abscesos, caída prematura de dientes, una mala alimentación porque no tenemos con qué masticar adecuadamente, trastornos inflamatorios del esófago, una hiperproducción de acidez gástrica que condicione problemas de gastritis en el menor, a nivel intestinal se hincha, se inflama el intestino, se hacen microperforaciones y eso genera una respuesta inflamatoria en el cuerpo, con el subsecuente desarrollo de dolor abdominal continuo que no tiene mejoría el paciente”.

Las guías oficiales de salud recomiendan durante el embarazo y la lactancia limitar bebidas azucaradas, postres y productos ultraprocesados. Se recomienda, en cambio, priorizar el agua, las frutas enteras, lácteos simples, cereales integrales, legumbres y verduras.

En la alimentación complementaria del bebé que inicia a los 6 meses se deben evitar los azúcares añadidos, pedidos y zumos, además de los cereales procesados. Está demostrado que menos azúcar en los primeros mil días se vincula con mejor salud cardiometabólica en la adultez, menos caries, mejor perfil de crecimiento y potenciales beneficios neurocognitivos.

Por: Universidad Técnica del Norte / UTN / Viviana Obando.