Un equipo de investigadores chinos identificó en muestras lunares traídas por la sonda Chang’e-6 fragmentos procedentes de un tipo poco común de meteorito, un hallazgo que podría aportar nuevas claves sobre el origen del agua en la superficie del satélite.

Según la agencia estatal Xinhua, el descubrimiento —publicado en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS)— se basa en el análisis de dos gramos de regolito lunar recogidos por la misión Chang’e-6, que regresó a la Tierra en junio de 2024 con los primeros materiales extraídos de la cara oculta de la Luna.

Los científicos del Instituto de Geoquímica de Cantón, dependiente de la Academia China de Ciencias, detectaron residuos de impacto vinculados a meteoritos del tipo CI, una categoría de condritas carbonáceas.

Debido a la atmósfera y la actividad geológica, estos meteoritos son muy escasos en la Tierra —menos del 1 % de los registros terrestres—. Según el equipo liderado por Xu Yigang, las partículas halladas se formaron cuando un cuerpo progenitor impactó en la Luna, fundiendo y cristalizando material con rapidez.

El grupo también desarrolló un método sistemático para identificar material meteorítico en muestras extraterrestres, lo que facilitará el estudio de la evolución del Sistema Solar.

Los meteoritos del tipo CI se originan en asteroides lejanos, ricos en agua, materia orgánica y compuestos esenciales para la vida. El hallazgo sugiere que estos materiales pudieron viajar desde el exterior del Sistema Solar hacia regiones internas, aportando pistas sobre la formación planetaria y el origen del agua lunar.

La Chang’e-6, lanzada en mayo de 2024, fue la primera misión en recoger muestras de la cara oculta del satélite. China ya prepara las misiones Chang’e-7 (2026) y Chang’e-8 (2029), esta última con participación internacional, como parte de su ambicioso programa de exploración espacial.