Colombia.
El agua, ese recurso vital que fluye silenciosamente por las montañas, ríos y hogares del Departamento de Santander, es fundamental en el diario vivir de las personas, su preservación. En una región reconocida por su riqueza hídrica es importante, especialmente por contar con el imponente páramo de Santurbán. El cuidado del agua no es una necesidad ambiental, sino una responsabilidad colectiva.
“Venimos trabajando en el cuidado de las cuencas desde alianzas que tenemos para protección de páramos toda la cuenca y luego de que nosotros hacemos el uso del recurso buscamos también que el uso se mantenga disponible y en buena calidad aguas abajo de nuestras centrales de generación”, comentó Claudia Echeverry, directora ambiental Isagen.
Expertos y líderes ambientales coinciden en que es urgente fomentar una cultura de protección del agua y del medio ambiente desde los hogares, escuelas, empresas y gobiernos.
“Santander es un caso bastante particular porque es un departamento muy rico en ecosistemas, muy rico en agua, tiene desde páramos hasta los ecosistemas que llegan al Magdalena en caso de ríos, humedales, lagunas, pero está también en una situación de emergencia en algunos municipios precisamente por la disponibilidad de agua de calidad para las personas. Entonces hay agua, pero tiene todavía un reto de saber cómo manejarla, cómo tenerla disponible y cómo mantener sus ecosistemas naturales”, contó Carlos Mauricio Herrera, director de gobernanza WWF.
Crear conciencia ambiental es el primer paso para transformar el comportamiento ciudadano, la educación sobre la importancia del uso racional del agua, el respeto por las fuentes hídricas y la necesidad de preservar los ecosistemas, como los páramos, debe convertirse en parte del currículo escolar y el eje central de las políticas públicas.
“Hoy es como entran ahí todos los diferentes actores del sector público, el privado, la academia, para definir entonces cuál es ese futuro de los recursos hídricos de la región que deberíamos hacer para unirnos todos los actores en el territorio en las diferentes instancias para preservar y conservar las fuentes hídricas del departamento”, destacó Silvia Catalina Rey, directora Alianza Bia Cuenca.
Santander tiene una gran oportunidad de convertirse en un modelo nacional en la gestión y preservación del agua. Para lograrlo, es necesario un esfuerzo conjunto entre instituciones, sociedad civil y sector privado, además de las comunidades locales. La defensa de los páramos y del agua es una causa que trasciende ideologías y fronteras, porque asegura el bienestar presente y garantiza el futuro de las próximas generaciones.
Por: CANAL TRO.
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