México.

Ya que hoy día en el fútbol están involucrados enormes intereses económicos, se ha recurrido a la ciencia para conocer hasta la más pequeña variable que pueda influir en la victoria o la derrota de un equipo. Además del efecto que la altitud del lugar en donde se juega pueda ocasionar en la fisiología de los jugadores, recientemente científicos encontraron que esta también afecta la aerodinámica del balón.

En los lugares más altos el aire es menos denso que en la costa, por lo tanto, un balón al que se le imprime la misma fuerza en Ciudad del Cabo, que está a 9 metros sobre el nivel del mar, adquirirá menor velocidad que Johannesburgo, a 1.701 metros de altura. Si al nivel del mar se manda un tiro directo describiendo una parábola desde una distancia de 18 metros, el balón entrará en esta después de 0.817 segundos.

En Johannesburgo, un tiro enviado con la misma fuerza, desde la misma distancia, llegará a la portería en 0.801 segundos, pero pasaría por encima del marco, pues al llevar más velocidad la trayectoria tardaría más en curvarse hacia abajo. Si el portero ha estado parando balones al nivel del mar y unos días después le toca hacerlo en un lugar más alto, sus reflejos deberán ser más rápidos ante la mayor velocidad del balón.

Al estudiar los resultados de más de 1000 partidos internacionales jugados a diferente altitud, se observa que el equipo que tiene que cambiar en pocos días de estadios entre los cuales hay una diferencia significativa de altura está en desventaja ante aquellos a los que no les tocó cambiar mucho de altitud.

Por: UNAM.