Chile.

Bajo los cielos más oscuros del planeta en pleno desierto de Atacama, los operadores de telescopios comienzan su jornada al caer el sol. Son los encargados de abrir cada noche la mejor ventana al universo, guiando las observaciones que permiten a científicos de todo el mundo explorar los misterios del cosmos. Cuando las cúpulas se retiran y los telescopios despiertan, los operadores trabajan junto a astrónomos para decidir qué observar. 

“Y ellos en conjunto deciden qué observación hacer durante la noche dependiendo de las condiciones y evalúan cuando se toman los datos, si fue todo de acuerdo a lo que los investigadores querían”, afirmó Steffen Mieske, director de operaciones del Observatorio Paranal en Chile.

A más de 2600 metros de altura, el Very Large Telescope es uno de los instrumentos más avanzados de la astronomía terrestre. En la sala de control entre pantallas y pizarras llenas de datos, los equipos nocturnos coordinan cada observación. Los datos obtenidos viajan desde Chile hasta el archivo central del Observatorio Europeo Austral, que se encuentra en Alemania, donde los investigadores seleccionados los analizan.

“Mucho que aprendemos cada noche, no es que vengamos siempre y hagamos siempre lo mismo. Tenemos constantemente nuevos instrumentos que vienen a instalarse en nuestros telescopios, entonces estamos todo el tiempo certificándonos y aprendiendo de las nuevas tecnologías y bueno, también realizando las observaciones para los astrónomos que han ganado su tiempo aquí”, explicó Marcela Spinoza, operadora de telescopios.

A pesar de la exigencia del trabajo, los operadores valoran la experiencia de observar el universo desde este lugar. Entre ellos, Andrés Pino, jefe del grupo de operaciones de telescopios e instrumentos de este observatorio, recuerda la noche en que captaron el agujero negro de la vía láctea.

“Y cómo las estrellas que circundan ese sector cambiaban su posición y su velocidad. Incluso vimos lo que llamamos flare en vivo, cosa que para nosotros es muy muy específico, era un momento culmine de una observación que duró años. Eso para mí ha sido el punto más especial que tengo en mi recuerdo”, detalló Pino.

Desde el Observatorio Paranal, los telescopios han participado en descubrimientos históricos como la primera imagen de un exoplaneta y la investigación del agujero negro supermasivo en el centro de la Vía Láctea.