México.

¿Sabías que los colibríes son el ave más pequeña del mundo y que pueden volar de reversa? Pero no solo eso, sino que en su organismo se han encontrado microorganismos patógenos como salmonella entérica, lo que indica que hay una exposición de estas aves a la contaminación. Este es el tema de investigación de doctorado de la bióloga y maestra en ciencias del CUCBA, Lizeth Raygoza.

“Lo que pasa es que yo trabajé en la maestría con un proyecto que era de la microbiota asociada al plumaje de los colibríes. Este fue un proyecto sobre ecología microbiana del cual surgieron varias preguntas y después de ese proyecto, quise darle continuación a esas preguntas en el doctorado, entre ellas, quería saber qué tipo de patógenos bacterianos podrían estar viviendo o hospedándose en los colibríes”, dijo.

Esta investigación es importante porque se descubrió que dos especies de colibríes son capaces de hospedar algunos patógenos bacterianos en el intestino, es decir, microorganismos que causan enfermedades.

“Comenzamos a tomar muestras de las heces de dos colibríes, que es el pico ancho y corona violeta, que son colibríes muy comunes en la zona metropolitana de Guadalajara. Comenzamos a tomar las muestras de heces de estos colibríes para ver si tenían algún tipo de patógeno bacteriano o si estaban empezando a hospedar a este tipo de patógenos, que son patógenos que se ha registrado que enferman también a los humanos, entre ellas la salmonella, que es la más conocida, que ocasiona la enfermedad de la salmonelosis. Eso también lo comparamos con una muestra que realizamos en la Reserva Sierra de Quila y con base a estos resultados, fue que salió uno de mis artículos del doctorado”, contó.

Otro de los patógenos que también analizaron, fue la bacteria Listeria monocytogenes, conocida por causar listeriosis en humanos, principalmente mujeres embarazadas. Explicó que el hallazgo es significativo, ya que estas aves no tendrían por qué ser portadoras de estas bacterias, lo que significa que se están transmitiendo de otras fuentes de infección u otras especies de aves o animales que se conocen que podrían hospedarlas.

También algo que resaltamos en este trabajo es que estos patógenos muy probablemente no es que vivan en el intestino de los colibríes o que sean parte de su microbiota, sino que pareciera que hay como una transmisión horizontal de otras especies de aves hacia los colibríes. Al menos estas bacterias que no se alojan precisamente en los colibríes, el hecho de que las encontremos ahí, nos está indicando que sí hay una cierta contaminación de patógenos a diferentes bebederos. Eso es una alerta temprana. Hasta ahorita no se ha sabido que nos transmitan enfermedades ni que ellos se enfermen”, detalló.

La buena noticia es que no se ha encontrado evidencia de que los colibríes se enfermen por estas bacterias y tampoco que contagien a los humanos. Ante esta realidad, la bióloga llama a la población que pone bebederos de colibrí a que evite ponerle sustancias dulces artificiales. Lo mejor es poner solo agua limpia y cambiarla de manera continua, si se puede, dos veces al día y más ahora que ya está el calor a todo lo que da.

“Es que a mucha gente, por ejemplo, le gusta poner los bebederos en los en sus hogares. Lo que sería importante es que si vas a tener un bebedero de esos, lo ideal es que lo mantengas limpio, justo para evitar que haya transferencia de algún tipo de bacteria patógena, ya sea entre humano y colibrí o entre otra especie, porque también a esos bebederos les pueden llegar los murciélagos”, apuntó.

Recomendó también que la mejor decisión es colocar plantas en azoteas, balcones, patios, cocheras y jardines. Se trata de plantas que puedan alimentarlos, no solo a los colibríes, sino a los polinizadores como las abejas. Algunas de las plantas recomendadas son las salvias, también conocidas como mirto, la cardenal, el muicle, el toronjil morado, entre muchas más.

Por: UDGTV / Canal 44/ Rocío López Fonseca.